Si bien todavía existen fieles católicos que ponen a “San Antonio de cabeza”, el ex vicario general de la Arquidiócesis de Toluca, Mons. Guillermo Fernández Orozco, señaló que en vez de pedirle favores a los santos se debieran imitar.
En el marco del día de San Antonio de Padua, conocido como el “santo del amor”, la autoridad eclesiástica explicó que San Antonio de Padua (1295-1231) conoció a San Francisco de Asís y participó de su proyecto, sin embargo, debido a su gran elocuencia quería evangelizar África, pero fue enviado a Francia e Italia.
Así, dijo, en un viaje a Italia después de haber predicado con ejercicios espirituales de cuaresma, falleció en Padua, de ahí que es conocido como San Antonio de Padua, que fue considerado como doctor de la iglesia por su santidad de vida, profundización en la doctrina y, por lo mismo, recibe el anuncio por parte del Papa.
A San Antonio de Padua, refirió, se le conoce como el “santo del amor”, y lo relacionan con este sentimiento porque, de acuerdo a la creencia popular, invitaba a las parejas a arreglar su situación y por este motivo las benedecía.
También, comentó Mons. Fernández Orozco, San Antonio de Padua es conocido como el santo de las tres mentiras; no era de Padua sino de Lisboa, no se llamaba Antonio sino Fernando y no fue Franciscano sino Agustino.
La autoridad eclesiástica aceptó que todavía hay fieles católicos que le prenden una veladora, consiguen 13 monedas y lo ponen de cabeza, sin embargo, lo ideal es que no sólo se queden en lo popular, sino que imiten su vida y obra.
“Hay una reflexión que dice hoy: el Espíritu Santo también da sus dones, que se deben de imitar como la humildad, generosidad y vida recta”, enfatizó.
Los santos, refirió, no pasan de moda porque enseñan que en su tiempo y circunstancia le respondieron a Dios, por tanto, “nosotros también en nuestro tiempo y circunstancia estamos llamados a responderle a Dios”, agregó.
Finalmente, monseñor Fernández Orozco hizo un llamado a la feligresía católica a no caer sólo en peticiones a los santos, sino más bien poner de su parte para poder cambiar su vida.
Comerciantes de imágenes religiosas afirmaron que la imagen de San Antonio de Padua, conocido como el “santo del amor”, es vendida prácticamente todo el año y, aunque no es de las más solicitadas, tiene a sus devotos.
Coincidieron que en este su día la venta pasa desapercibida, sin embargo, es un santo que no puede faltar en sus anaqueles, ya que muchos fieles lo compran para pedir un novio.
“Sí nos piden la imagen, aunque más en cuadro. Y sí la ponen de cabeza para conseguir un amor, bueno eso es lo que dice la gente”, añadió una de las comerciantes de la tienda de artículos religiosos ubicada en la zona centro.