El Consejo de Salubridad General del Gobierno Federal de México ha determinado que la enfermedad derivada del SARS-CoV-2, conocida como COVID-19, ya no será considerada como una atención prioritaria. Esta decisión ha sido publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) junto con el acuerdo para la emisión del Plan de gestión a largo plazo para el control de la COVID-19.
Según el acuerdo, la Secretaría de Salud federal será la encargada de requerir informes periódicos a las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud sobre las acciones implementadas en relación con la prevención, control y mitigación de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. Aunque la enfermedad ya no se considera de atención prioritaria, se espera que las instituciones mantengan las acciones necesarias para combatirla.
Esta decisión refleja un cambio en la estrategia de atención, probablemente debido a una disminución en los casos y a la implementación exitosa de medidas preventivas y de control. Sin embargo, es importante destacar que aunque la enfermedad ya no sea de atención prioritaria, no significa que se deba bajar la guardia en la lucha contra ella.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en México y en todo el mundo, con millones de personas afectadas y un gran número de fallecimientos. A lo largo de la crisis, el personal de salud y las instituciones médicas han trabajado incansablemente para atender a los pacientes y controlar la propagación del virus.
Aunque el cambio en la clasificación de atención prioritaria puede interpretarse como un paso hacia la recuperación, es fundamental que la población mantenga las precauciones y siga las recomendaciones de las autoridades sanitarias. El uso de cubrebocas, el lavado frecuente de manos, el distanciamiento social y la vacunación siguen siendo medidas fundamentales para prevenir la propagación del virus.