El municipio de Tonanitla conserva habitantes que hablan náhuatl y algunos hablaron otomí, se considera una zona con diversidad cultural, son una comunidad con fusión de diferentes culturas, incluyendo los ñañú y chichimeca, comenta Oscar García, precursor de la defensa de los pueblos originarios y habitantes de este joven municipio cuya historia sigue pasando por procesos acelerados.
Aclara que termino originario es un término político y, se adopta con el objetivo de defender sus derechos, su riqueza cultural y el empoderamiento, señala que legalmente Tonanitla no está reconocido como pueblo originario, pero si es un pueblo originario por ser un pueblo fundado desde épocas prehispánicas; existen evidencias fehacientes entre la población que atesoran con orgullo, como osamentas, utensilios y herramientas de caza.
Estos pueblos que desciende de poblaciones indígenas iniciadas en la colonización y que conservan su forma de organización, su economía y su cultura, normatividad que los pueblos asumieron en defensa, dicho por muchos autores de esta forma se incio de una construcción sistematizada de los derechos indígenas, en la región del Valle se encuentra Tonanitla, los pueblos de Tecámac, el vecino Xaltocan, estos no fueron la excepción.
“Los pueblos son originarios mantienen costumbres mesoamericanas se adopta para erradicar el término peyorativo que asignaron los conquistadores al referiste al pueblo de indios por hacerlos inferiores a su clase social, posteriormente surge el termino indigenista pero lo único que valoraban era el mientras la esencia de sus derechos políticos, económicos, ecológicos, eran avasallados”, comenta defensor social.
Las costumbres son un tema cultural, aunque el movimiento indigenista busca destacar solo su folclor, pero nunca los derechos, prueba de ello son las lenguas, que aún predominan entre la población a las que denominaron dialectos, afortunadamente en los últimos años, en una discrepancia ya están denominadas como lenguas.
Cabe destacar la denominación en términos legales corresponde más a un seguimiento burocrático para reconocimiento de derechos culturales, mencionan algunos vecinos.
Según el arqueólogo Jesús Hernández del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH), los pueblos originarios son un pilar fundamental para la pluriculturalidad e identidad, reconoce que son comunidades que fueron y, en muchos casos, siguen siendo ignoradas por la hostilidad del mundo moderno, considerado como la mejor forma originaria y tradicional de habitar las tierras, suelen ser víctimas de la discriminación.
El caso de Tonanitla es particular, ya que los embates de la historia los ha llevado por procesos acelerados de transformación, algunos que han marcado su existencia son: la pérdida de su lago, fuente de subsistencia, el establecimiento por sus propios méritos, la municipalidad a partir de 20 años atrás y el asentamiento de un aeropuerto internacional que traerá consigo una transformación globalizada en el modo de vida a la que todavía los nativos se resisten.