Isaías Guzmán es el primer Mister México de la Federación Mexicana de Fisicoconstructuvismo y Fitness (FMFF) y el único de Zumpango, narra cómo a base de hambre de éxito, más que genética fue como llegó a destacar en esta disciplina deportiva.
El atleta comenta que en la competencia profesional de Mister México 1991, era el menos indicado para ganar, apodado “El Charal”, un día antes de la competencia trabajó en los aparatos hasta la madrugada, buscó algo de comer y en tomo de ánimo recuerda cómo consiguió algo, entre estos una lata de duraznos en almíbar, para luego presentarse a su competencia a las 10 de la mañana en el Teatro Ferrocarrilero, ese día la playera que portaba no fue retirada hasta pocos minutos de la competencia y frente a los espejos, él mismo no daba crédito a lo que veía y, los demás competidores tampoco, desde ese momento ya lo consideraban el Mister México.
“Toda mi vida la he dedicado al fisicoconstructivismo”; desde la edad de 16 años, sale en busca de oportunidades, luego de comprender que las tareas del campo en su natal Cuevas, municipio de Zumpango, no llenaron sus expectativas, el beisbol, el futbol o incluso la natación que practicaba en los emblemáticos jagüeyes de la región, decidió partir a la CDMX, con la idea de hacer un deporte diferente que le permitiera destacar y, pensó en pesas.
Ingresa a un gimnasio del luchador internacional en la colonia Guerrero, así de la nada fue marcando abdomen y espalda en la barra del parque de camino al gimnasio, trabajó por varios años administrando, limpiando y velando el inmueble, su paga era mínima con una comida al día.
“Cuando se es joven poseemos un potencial increíblemente natural, lo único que se requiere es ser disciplinado, a esa edad se tiene la hormona más importante del crecimiento, la testosterona, importante en el desarrollo y mantenimiento de características físicas típicas masculinas, como la fuerza y la masa muscular, por eso yo recomiendo a los jóvenes que traten de adelantarse a la vida, que aprovechen todo lo que favorece a su cuerpo”.
Considera que lleva varios años tener un físico para competir, en su caso sus entrenamientos fueron instintivos, porque sentía la necesidad de estar en constante actividad, el hambre de triunfo, como dice, le impedía regresar a Zumpango, sin un logro.
Su esfuerzo, constancia y disciplina se vieron consumados con el título de Mister México, Isaías había alcanzado la cima del éxito, a partir de entonces se convierte en instructor de otros gimnasios.
Desde hace 30 años funda del primer gimnasio de Zumpango y trae consigo una actividad que con su trayectoria da realce en la región, consigue un titulo más en el 2008 a la edad de 57 años de edad, el Mister Norteamérica, título que considera una de las formas más importantes que tuvo como atleta, explica que es la forma que más puede dar un cuerpo con uno por ciento de grasa.
A lo largo de su carrera ganó todos los títulos, en el interior de la república, todos los títulos a nivel club, Mister México en repetidas ocasiones, Mister Latinoamérica, Mister CDMX, Mister Estado de México, campeón de campeones, títulos en el extranjero: Estados Unidos, Polonia, Guatemala, Brasil, representando a México.
Isaías da valor a los años de aprendizaje, comenta que el fisicoconstructivismo se logra a base de entrenamiento, constancia y una buena alimentación, ya que es un deporte que requiere de mucha disciplina; en la alimentación los músculos requieren 4 o 5 gramos de proteína por kilo de peso, se le puede ayudar al cuerpo con algún suplemento, comenta que el pollo, pescado, la res, carecen ya de valor protónico, la tecnología de la nutrición está muy avanzada para consumirlos en forma de aminoácidos y llegan más rápido a los músculos, pero sin dejar la responsabilidad a los “chochos”, hay que seguir entrenando”. Aclara.
Sin dejar de brindar algunas recomendaciones, menciona que el cuerpo funciona con círculos circadianos que regulan los cambios en las características físicas y mentales por ello, cuando se habla de disciplina hay que determinar horas de ejercicio, de alimentación, de descanso, dando al cuerpo lo que le deba dar a la hora indicada, de lo contrario ya no funciona igual.
“Hay errores que se cometen actualmente, los jóvenes se convierten en cargadores, en vez de fisicoconstructivistas, en esta disciplina deben iniciar con hacer forma o simetría del cuerpo, luego se trabaja con la marcación y luego con la densidad de músculos sin perder forma y calidad, pero sobre todo salud”.
A sus 77 años, Isaías Guzmán, con excelente condición física, continúa entrenando en su gimnasio Hércules y compartiendo experiencias a sus visitantes.
