Las cabañas de Tepotzotlán albergan un pintoresco espacio rodeado de naturaleza inspiradora, lugar donde Marysole Wörner Baz, pintora y escultora mexicana nacida en 1936, tuvo identificación con el medio ambiente.
A nueve años de su partida, varios han sido los homenajes ofrecidos a la trayectoria de esta artista plástica, pero es Tepotzotlán quien conserva el recuerdo más íntimo a través de un espacio que retrata su esencia y, es la cronista municipal, Karina Cervantes Cazares, quien comparte el testimonio, al hablar de lo que fue su estudio y casa, ahora convertido en lugar admirado e identificado por los habitantes como La casa de Adobe.
La cronista menciona que La Casa de Adobe representa una evocación a la arquitectura asiática, con esa coexistencia de la construcción humana y la naturaleza, aunque el término más adecuado a esta clase arquitectura es de Bioarquitectura.
Ubicada a pie de los cerros de la Sierra de Tepotzotlán, la cabaña se localiza como a una hora de distancia del centro de este Pueblo Mágico, perfectamente identificable por la caracteristica que el mismo adobe que le da el nombre a la casa-estudio de Marysole Wörner Baz, apilado en todo un modelo arquitectónico por el Maestro Juan Raymundo Wörner Baz, quien vivió en parte de su propia creación.
Comenta que la Casa de Adobe atesora en sus pasillos la vena artística de Marysole, con un libro encuadernado en madera grabada y poemas escritos a máquina de escribir hechos por la poeta María de Soledad Baz de Wörner, mamá de Marysole; la madre de Marysole quedó inmortalizada en uno de los cuadros hechos por uno de los artistas de su familia, donde aparece con una rosa e hilo hilando poemas.
Entrar a la que fue la habitación de Marysole, lleva a recordar su esencia humana, según detalla el Maestro Sergio, responsable de la Casa de Adobe, y quien comparte el relato, llevándonos a imaginar, como era dormir con una parte de los perros, que llegó a albergar en su espacio, siendo su concepto de una fuerza superior, presentes en algunos objetos, tales como los noventa y nueve nombres que están escritos en árabe, de igual forma se nota una recurrencia en toda la casa de clavos de las vías del ferrocarril formando figuras en movimiento.
Marysole Wörner Baz, formo parte de la Generación de La Ruptura, pero más cercana, por afinidad y convivencia, a los artistas europeos exiliados en México, entre quienes se puede mencionar a Remedios Varo, Leona Carrington, Vlady, Mathias Goeritz, Francisco Moreno Capdevilla y Benito Messeguer, fue de herencia familiar artista, parte de ello la dejaron en la poesía, la arquitectura y la pintura, sus tíos, los hermanos Emilio y Ben-Hur Baz Viaud.
Cuando vengas a Tepotzotlán, visita La Casa de Adobe, convertido en un paraje digno de admirarse por la esencia de la artista.