Por primera vez, familias enteras han podido disfrutar de la magia de las luciérnagas, que, con su pequeña, pero intensa bioluminiscencia, embellecen los bosques de Ocoyoacac, recordando su riqueza natural y su importancia para el medio ambiente, esto como parte de un nuevo proyecto impulsado por el gobierno local.
Como parte de este proyecto, por primera vez se anunciaron algunas caminatas turísticas, en las que se incluyen los avistamientos de estos pequeños insectos, que guardan una magia sin igual, causando una gran curiosidad, pues muchos se siguen preguntando cómo es que generan esos pequeños destellos.
La subdirectora de Desarrollo y Fomento Turístico de Ocoyoacac, Esmeralda Villegas López, informó que a través de estos recorridos buscan mostrar los demás atractivos con los que cuenta el municipio, más allá de la zona de La Marquesa, que cada fin de semana registra una intensa actividad.
Con este objetivo, desarrollaron una nueva aventura, que consiste en recorridos por el ejido de Tepexoyuca, en Ocoyoacac, en donde si se tiene suerte se pueden apreciar estos pequeños insectos.
“La idea es poder apreciar la naturaleza y el patrimonio cultural y natural que hay en Ocoyoacac, dentro de esto también se encuentran las luciérnagas que son un espectáculo muy bonito y muy diferente a lo que estamos acostumbrados, tanto para llegar, puedes respirar aire fresco y disfrutar un poco de la naturaleza”, comentó.
El estar en contacto con la naturaleza, señaló, tiene múltiples beneficios, pues no solo se respira un aire fresco, también se comparte tiempo en familia o con amigos, dejando por algunos momentos el celular o las pantallas, permitiendo que la belleza de estos bosques sorprenda a las y los visitantes.
“Para ser el primer año hay mucho interés por parte de la población y de poblaciones aledañas, porque al hacer el registro les pedimos justamente su domicilio, nos dimos cuenta que vienen de Capulhuac, de Lerma, de Santiago Tianguistenco, de Otzolotepec, de la Ciudad de México”, dijo.
A través de este espectáculo natural, añadió, no solo se fomenta el cuidado o la preservación de los bosques, también se tocan fibras sensibles, ya que las personas de mayor edad recuerdan como hace varias décadas estos destellos de luz saltaban de un lugar a otro, en los bosques que guarda Ocoyoacac, dejando una sensación de nostalgia.
“Hubo una buena convocatoria y la gente lo está aceptando muy bien. A veces es como la nostalgia de las personas mayores, que recuerdan que hace algunos años se podía observar a las luciérnagas, les dicen a sus hijos vamos”, agregó.
Para poder realizar el avistamiento de estas pequeñitas especies, el recorrido es de aproximadamente 5 kilómetros, una caminata cercana a los 30 minutos, a un paso normal, para adentrarse a la zona boscosa y así disfrutar de esta maravilla.
“Los invitamos a que visiten Ocoyoacac, no solo la zona de La Marquesa, tenemos otros sitios históricos, culturales, naturales que pueden disfrutar y conocer, los invitamos a que puedan disfrútalos”, indicó.
También se proyecta que a través de los recorridos se pueda realizar la observación de hongos silvestres y plantas medicinales, secretos que también guardan estas áreas naturales.
De acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) las luciérnagas pertenecen a un grupo de insectos extendido y económicamente importante, con más de 2 mil especies diferentes repartidas por todo el mundo.
También refiere que muchas luciérnagas dependen de la bioluminiscencia para encontrar y atraer a sus parejas; sin embargo, se ha demostrado que demasiada luz artificial puede interferir con estos intercambios de cortejo.
La UNAM detalla que el uso de insecticidas es otra de las amenizas para estas especies, pues la mayor parte de la exposición ocurre durante las etapas larvarias.
Refiere que en algunos casos las luciérnagas juveniles pasan hasta dos años.