El pasado 19 de mayo, Efrén García Ramírez, fue sentenciado a 46 años y 8 meses de prisión por el delito de feminicidio en grado de tentativa, cometido en contra de María del Carmen Sánchez Flores, su ex pareja sentimental, a quien le arrojó ácido en el rostro y el cuerpo.
Nueve años atrás, el 20 de febrero de 2014, Carmen se encontraba en un domicilio de la colonia Hornos de Zoquiapan, en el municipio mexiquense de Ixtapaluca, sitio al que arribó el ahora sentenciado. En el lugar, Efrén y Carmen discutieron, durante la disputa él tomó una botella de plástico que contenía ácido, el cual roció sobre Carmen, ocasionándole lesiones en la cara y varias partes del cuerpo, para después huir del sitio.
Siete años después, en mayo de 2021, agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía de Justicia estatal detuvieron en Nuevo León a Efrén García, quien fue trasladado al Estado de México e ingresado al penal de Chalco.
Además de la sentencia de condena para García Ramírez, el juez le fijó una multa de 212 mil 545 pesos y la cantidad de 3 millones 987 mil 208 pesos como reparación del daño material.
La sentencia fue calificada como histórica, toda vez que es la primera sentencia por violencia ácida en México y América Latina.
Sin embargo, a inicios del presente mes Carmen Sánchez fue informada de que la defensa de Efrén García interpuso una apelación para revocar la sentencia antes detallada y así ser absuelto de los cargos imputados.
La audiencia de resolución del caso estaba programada para el 25 de agosto pasado, la misma se pospuso para el 29 de agosto y fue justo el martes cuando autoridades judiciales sostuvieron la sentencia previamente emitida.
“Sentí miedo de que revocaran la sentencia, pensé que la tortura institucional ya había terminado, pero no, es casi una década luchando. Efrén me intentó asesinar y esa es la única verdad. No voy a descansar hasta que pague todo el daño que me hizo, es un daño que no sólo es mío, también es de mis hijas, mi familia y todo mi círculo cercano. Parece que ni teniendo a los feminicidas en prisión podemos estar seguras”, señaló quien se ha convertido en una de las figuras representativas en contra de la violencia ácida en el país y en Latinoamérica.