Se parte de un espacio emblemático que remonta a todo el pasado y presente de su existencia, se trata de la plaza principal, en ella podrás ver una cruz atrial de piedra que tiene labradas diversas imágenes de la Pasión de Cristo, la cual le da nombre propio al sitio.
En esta plaza también se aprecian los quiscos, portales, donde la convivencia de los visitantes, es el principal aroma que se percibe, frente a Palacio de Gobierno la Parroquia de San Pedro Apóstol, la cual tiene una portada atrial neoclásica y posee retablos barrocos pintados por Miguel Cabrera, en otro extremo la nave principal está la Capilla de la Virgen de Loreto con portada de corte clásico y en la parte posterior del templo se encuentran el Camarín de la Virgen y la Capilla El Relicario de San José, reconocidos como máximas expresiones del arte de la Nueva España.
En otro extremo se localiza el Ex Convento de San Francisco Javier, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que también alberga el Museo Nacional del Virreinato, uno de los mejores del país.
La Plaza de la Cruz formó parte de la remodelación hecha al Centro Histórico en 1964, a cargo del Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, creador del estadio Azteca y del Museo de Antropología, él fue quien plasmó la idea de los caminos empedrados, como parte del aire virreinal de Tepotzotlán.
Datos señalan que la cruz del centro de la plaza, hace remembranza a los caminos empedrados, corresponde a un estilo de arte contemporáneo, está pieza posee de un lado el monograma de María y del otro lado el monograma de la Compañía de Jesús, por el frente tiene los símbolos de la pasión: la lanza, la escalera, la vinagrera, la corona de espinas las monedas.
Presenta la alegoría del español evangelizando al indígena, la serpiente que está al pie es asociada con el empoderamiento de la fe cristiana sobre el paganismo y los remates de la cruz están decorados con hojas de acanto.
Los datos son cuantiosos, igual que la interpretación histórica, sólo hace falta que estés presente y recorras cada extremo para conocer más detalles, disfrutes de dulces tradicionales, artesanías y una buena comida, para seguir viajar por los pasajes llenos de misterio que alberga esta Plaza.