Después de que el huracán Otis azotara el puerto de Acapulco a principios de esta semana, su paso ocasiono que el 80% de los hoteles en Acapulco hayan resultado gravemente dañados, dijo Jorge Laurel, expresidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA).
Esta es una situación caótica, un escenario devastador con daños no cuantificables”, dijo Laurel por teléfono desde la ciudad de Acapulco.
“Acapulco necesita mucha ayuda, el gobierno federal necesita poner toda su atención aquí, la reconstrucción llevará mucho tiempo, se requiere mucha inversión y muchos programas de apoyo”, agregó Laurel.
Desde el viernes por la mañana hay poca electricidad, los teléfonos funcionan de manera intermitente y no hay agua corriente en la ciudad de Acapulco.
No hay energía, toda la red eléctrica está semidestruida o totalmente destruida. Anoche la ciudad de Acapulco estaba oscura, había algunos lugares donde se podía ver energía, pero eran mínimas y recién hoy (viernes) se puede tener internet en algunas zonas de la ciudad” explicó Laurel
Laurel dijo que se estima que unos 40.000 visitantes estuvieron en Acapulco esta semana antes de que el huracán azotara el puerto. La mayoría habrían sido ciudadanos mexicanos con algunos viajeros internacionales.
Septiembre y octubre son tradicionalmente temporada baja para Acapulco, pero una convención minera internacional junto con otros eventos trajo un mayor volumen de visitantes durante el fin de semana y el comienzo de la semana, explicó Laurel.
Según Laurel, algunos visitantes están tratando de salir de Acapulco por carretera mientras se despeja la carretera principal a la Ciudad de México, se están organizando autobuses desde puntos específicos fuera del puerto principal hacia la Ciudad de México, mientras que otros esperan el puente aéreo, anunciado por el gobierno, entre el Aeropuerto Internacional de Acapulco y la Ciudad de México a partir del viernes.