El mercurio es un elemento químico altamente tóxico para los seres humanos y el medio ambiente, por lo que la exposición al mercurio puede tener efectos perjudiciales en nuestra salud, provocando síntomas como irritación ocular, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, dolor de cabeza e incluso daño cerebral en casos graves.
Por esta razón, es de vital importancia estar bien preparados para actuar ante la eventualidad de que se rompa un termómetro de mercurio en nuestro hogar.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos recordó la importancia de evitar limpiar el mercurio con escoba, aspiradora o con las manos sin protección, ya que podría afectar a la salud. Por ello compartió algunos puntos que se deben tener en cuenta para limpiar el mercurio:
Evacuación inmediata: lo primero que debemos hacer es evacuar de inmediato la zona donde ha ocurrido la rotura del termómetro. Es fundamental alejar a niños, mascotas y cualquier persona que pudiera estar cerca del área afectada. La razón principal es evitar la inhalación de vapores tóxicos de mercurio que puedan liberarse.
Ventilación adecuada: abrir las ventanas de la habitación es una medida importante para garantizar una ventilación adecuada. Esto contribuirá a dispersar los vapores de mercurio y a reducir su concentración en el aire. Si es posible, utilizar un ventilador puede acelerar este proceso.
Protección personal: antes de continuar con la limpieza, es imprescindible proteger nuestras manos utilizando guantes de látex o nitrilo. Jamás toques ningún fragmento de vidrio roto con las manos desprotegidas.
Recolección segura del mercurio: con mucho cuidado, utiliza un pedazo de cartón o una hoja de papel duro para recoger los fragmentos de vidrio y las gotas de mercurio, para colocarlos en un recipiente de vidrio o plástico con tapa hermética.
Evita enérgicamente el uso de una aspiradora, ya que esto podría aumentar la exposición al mercurio, así como el uso de una escoba, pues podría dispersar partículas. Nunca viertas el mercurio en el desagüe, porque podría afectar las tuberías y contaminar el agua.
Limpieza adecuada: procede a limpiar la superficie donde se produjo la rotura utilizando una solución de agua y jabón. Asegúrate de emplear agua fría, ya que el mercurio es más difícil de eliminar con agua caliente. Evita el uso de productos químicos fuertes, pues podrían reaccionar con el mercurio.
Eliminación de residuos: todos los materiales contaminados deben ser guardados en un recipiente hermético y debidamente etiquetados como residuos peligrosos. Lleva estos residuos a un centro de recogida de productos químicos peligrosos o sigue los procedimientos de eliminación de residuos tóxicos de tu localidad.