Pese a la pérdida de masa forestal y a la existencia de tala ilegal, en los últimos años el Estado de México ha bajado el número de hectáreas reforestadas, pero ha incrementado los permisos de aprovechamiento forestal.
De acuerdo con las cifras oficiales del sexto informe de Gobierno de la anterior administración mexiquense, entre 2013 y 2022 la superficie de hectáreas reforestadas disminuyó en un 55%, mientras los permisos de aprovechamiento forestal maderable incrementaron en casi un 37% en el mismo lapso.
Los datos muestran que mientras en el año 2013 la superficie reforestada fue de ocho mil 342 hectáreas, para el año 2022 apenas sumó tres mil 797 hectáreas.
En contraste, mientras en 2013 las autoridades estatales otorgaron 28 permisos de aprovechamiento forestal maderable, para el 2022 la cifra aumentó a 39, y los años 2018 y 2019 los permisos crecieron de forma importante hasta alcanzar 103 y 111 respectivamente, pero las reforestaciones no aumentaron al mismo ritmo.
Aun cuando el anterior gobierno estatal aseguró que la masa forestal del Estado de México aumentó más de 15 mil hectáreas y más de 36 mil hectáreas se recuperaron e incorporaron a la superficie boscosa en los últimos cinco años, la plataforma Global Forest Watch, la cual hace uso de las imágenes de Landsat (satélites de Estado Unidos de América), exhibió que en 2022 la entidad perdió mil 310 hectáreas de bosque.
La Secretaría de Medio Ambiente informó hace unos días que, a raíz de la recategorización del Nevado de Toluca, a lo cual algunos ejidatarios se opusieron, esa área perdió un 30% en la masa forestal y aumentó la tala ilegal de árboles.
Las autoridades acaban de anunciar que realizarán operativos para verificar aserraderos ilegales y desarticularlos, al tiempo de evitar la comisión de delitos contra el medio ambiente, en las zonas boscosas del territorio mexiquense.
Los datos de Probosque arrojan que mientras en el año 2013 se reforestaron ocho mil 342 hectáreas, para el 2014 la cifra bajó a siete mil 637, en 2015 volvió a aumentar a ocho mil 496 hectáreas reforestadas y en el 2016 tuvo un leve incremento a 8 mil 710.
Después de ese año, no se volvió a alcanzar esa cifra, pues para el 2017 las reforestaciones, por superficie, bajaron a siete mil 640 hectáreas, en el 2018 cayeron a cuatro mil 603 y un año después aumentaron a siete mil 474.
En el año 2020 disminuyeron nuevamente a cuatro mil 78 hectáreas, en el 2021 tuvieron una nueva baja para sumar tres mil 877 hectáreas y en el 2022 se registró la cifra más baja de los últimos 10 años con tres mil 797 hectáreas reforestadas.
Por lo que toca los permisos otorgados y el volumen de aprovechamiento forestal maderable autorizado en el año 2013 se dieron 28 autorizaciones por 347 mil 457 metros cúbicos en rollo, la cifra no varió mucho hasta el año 2016, cuando se otorgaron 73 permisos por 648 mil 910 metros cúbicos y en el 2017 alcanzó 844 mil 513 metros cúbicos por 87 permisos.
En el año 2018 se otorgaron 103 permisos, con lo cual se aprovecharon un millón 645 mil 245 metros cúbicos en rollo, la cifra más alta de la última década, y en 2019, con 113 autorizaciones fueron un millón 179 mil 94 metros cúbicos aprovechados.
En 2020 los permisos otorgados bajaron a 35 y el aprovechamiento forestal a 510 mil 420 metros cúbicos en rollo, en 2021 fueron 50 los permisos con 413 mil 290 metros cúbicos y 2022 cerró con 39 autorizaciones y 291 mil 770 metros cúbicos en rollo: la cifra más baja de los últimos 10 años.