Hasta el 31 de mayo pasado, la delegación Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) contabilizaba apenas 3,105 trabajadoras del hogar afiliadas al Seguro Social. En un estado con más de 17 millones de habitantes y un sector en crecimiento, esta cifra resulta mínima.
Según Katia Mendoza Ghigliazza, jefa de Afiliación y Cobranza del IMSS en la Delegación Estado de México Poniente, aunque la afiliación ha mostrado un incremento en los últimos años, aún están lejos de alcanzar un escenario óptimo desde el lanzamiento de la prueba piloto hace tres años.
“Necesitamos más afiliaciones. Las trabajadoras del hogar han trabajado sin derechos y sin prestaciones durante años. Forman parte del hogar, por lo que es obligación de los patrones y empleadores brindarles seguridad social. Ahora estamos invitando a la reflexión para que todos los patrones tomen conciencia de este derecho”, declaró Mendoza Ghigliazza.
Sin embargo, reconoció que muchas trabajadoras no desean ser afiliadas, ya sea porque están aseguradas por sus parejas o desconocen los beneficios y temen ganar menos. Recordó que al inscribirse en el IMSS no solo obtienen seguro médico, sino que también cubren cinco seguros más, incluyendo derecho a una pensión, entre otros beneficios. Desde 2022, la inscripción al IMSS es obligatoria, pero muchos empleadores siguen sin cumplir con esta obligación, pese a que deben asegurar a sus colaboradoras desde el primer día de trabajo.
Actualmente, a nivel nacional hay 2.5 millones de personas trabajadoras del hogar, de las cuales el 90% son mujeres.