A poco más de un año del incendio en el relleno sanitario del municipio de Tepotzotlán, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) no le ha dado el saneamiento y tratamiento adecuado a ese terreno, denunciaron vecinos de la zona.
El sitio, aperturado en 2008, está clausurado desde el 8 de abril del 2022 pues luego de recibir más de 3 mil 500 toneladas diarias de basura invadió parte de la sierra de Tepotzotlán, declarada reserva natural protegida. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año se reportó un fuerte incendio en el tiradero que fue sofocado tras varios días de labores de los bomberos.
Y aunque lugareños de la zona señalan que desde 2015 el sitio comenzó a registrar al menos un incendio por año, el más grave se registró en marzo de 2023 y tras 11 días, pudo ser controlado y sofocado en su totalidad, dejando una afectación superior a las dos hectáreas.
Miembros del Comité por la Defensa del Medio Ambiente y la Salud señalan que la presencia de ese basurero dejó afectaciones por la polución y combustión directa y que además perjudica a los habitantes de Teoloyucan.
Hemos solicitado audiencia muchas veces, así como al secretario general de gobierno Horacio Duarte.
“Los activistas hemos gastado nuestro dinero y tiempo y no nos dan resultados, nos mandaron con el director de gobierno de la región de Cuautitlán Izcalli, pero es un funcionario que no resuelve absolutamente nada del problema”, manifestó el activista Fernando Tiradero de Rivera.
El tiradero de basura de Tepotzotlán, ubicado en los límites de este municipio y Teoloyucan inició operaciones en 2008, inicialmente recibían entre 80 y 120 toneladas diarias de basura y el año pasado ya sobrepasaba las 3 mil 500 cada día. En 2014 fue clausurado por primera vez, pero por orden judicial fue reabierto.
El activista Fernando Tiradero de Rivera aseveró que en cuanto se clausuró el relleno sanitario, en 2022, luego de que se quemó, se abrió otro basurero en esa misma área, pero, aseguró, las condiciones en que opera no son óptimas, porque trabaja sin la normatividad requerida.
“La basura debe estar enterrada a una profundidad de más de 5 metros, por los gases de combustión que genera y los incendios no han parado en el basurero de Tepotzotlán y son cotidianamente”, explicó.
Los municipios de Coyotepec, Cuautitlán Izcalli, Teoloyucan y de las delegaciones de Iztapalapa, Cuauhtémoc, entre otras, depositan diariamente sus desechos sólidos en el basurero de este municipio mexiquense.
El negocio de la basura sigue afectando a los habitantes de Tepotzotlán, “en esta temporada de lluvias se registró un deslave en el tiradero habilitado y los lixiviados escurren hasta las calles, provocando una fuerte pestilencia y foco de infección”, aseguran los afectados.
Durante un recorrido por la zona se observó que el espacio clausurado no ha recibido tratamiento. Se trata de una montaña, la cual se observa con nacientes de pasto verde y a un costado se puede ver el nuevo sitio de disposición, donde hay grandes cantidades de basura.
En ese lugar se puede observar también varias casas de pepenadores, además, a unos 200 metros inicia el concentrado urbano.
Colonias como San Sebastián y la Flores Magón donde habitan cerca de 300 personas se ubican a 200 metros del relleno sanitario.
Aseguran los vecinos que no han parado los incendios diarios en el basurero de Tepozotlán y son cotidianamente.
Un sin número de camiones vienen de otros municipios a formarse desde temprano para tirar basura en Tepotzotlán.
Además, informaron que en estos momentos los terrenos se encuentran en litigio por ejidatarios y el dueño de una conocida televisora.
Desde el 2014 el alcalde Ángel Zuppa (papá de la actual alcaldesa de Tepotzotlán) cerró el tiradero, que se abrió casi de inmediato por orden judicial, debido a que había fallas en el proceso y se calcula que en el 2022 recibía más de 2 mil 500 toneladas por día, el 70% provenía de la Ciudad de México y de los municipios de Cuautitlán Izcalli, Tultitlán, Cuautitlán México y Coyotepec.
La empresa, denuncian los vecinos, nunca preparó el suelo a rellenar y tampoco realizó la captura del gas metano que genera la descomposición de la materia orgánica, sólo colocó respiradores en cada talud, conforme crecía desproporcionadamente la montaña de basura.
Además, añaden, utilizó el tepetate de la mina que se ubica a un costado del basurero clausurado, convirtiendo la zona en una bomba de tiempo.
A poco más de un año de último incendio en el basurero de Tonanitla, las repercusiones en la salud de los habitantes de Tepotzotlán y Teoloyucan, los habitantes de la zona siguen padeciendo por secuelas debido a la exposición química a elementos cancerígenos y biológicos infecciosos en el aire a la que estuvieron expuestos.
Además de intoxicaciones leves y moderadas y de forma permanente de contaminación de mantos acuíferos y pozos de agua.
Aseguran los vecinos que la alta concentración de basura afecta a la ciudadanía pues el primer aguacero que se registró en semanas pasadas provocó que se deslavara el cerro de basura del basurero en funciones y los lixiviados salieron a las calles, provocando una fuerte pestilencia y foco de infección.
De ahí que pidieron la intervención de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México, (PROFEPA) para que intervenga.
Dijeron que también han solicitado ayuda al gobierno federal, pero no han tenido respuesta.
“Pretenden que respondan los propietarios de los rellenos sanitarios y no lo están haciendo, hay muchas carpetas de investigación, lo que queremos es que nos ayuden a conservar nuestro medio ambiente porque aquí vive mucha gente, además de que los pepenadores viven literalmente arriba de la basura.»
María Elena Zúñiga Reboñar, originaria de Tepotzotlán y parte del Comité por la Defensa del Medio Ambiente y la Salud aseguró que a un año del incendio del tiradero de basura, las autoridades no lo han saneado pues se lavan las manos argumentando un problema judicial, además de que padecen de agresiones.
“Muchos pepenadores se oponen a que lo clausuren porque de aquí viven muchos de ellos y por ello nos agreden”, afirmó otro vecino.
A la fecha, se desconoce la cantidad de basura que se quemó porque, señalan, nadie les proporcionó datos: se estima que por cada tonelada de basura se emitieron a la atmósfera entre 400 y 500 toneladas de dióxido de carbono.
El esparcimiento de micro partículas en el ambiente, irritación en las vías respiratorias, ojos, náuseas e infecciones gastrointestinales y un gran gasto de agua utilizada para la extinción del incendio, resaltan, ha sido el mayor impacto de los incendios.
Además, señalan, han dejado grave contaminación atmosférica hasta la Sierra de Guadalupe que rodea los municipios de Tlalnepantla, Tultitlán, Coacalco y Ecatepec.
En el documento “Consecuencias de los tiraderos de basura en Tepotzotlán”, elaborado por el Comité por la Defensa del Medio Ambiente y la Salud considera necesario un trabajo conjunto de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México, del gobierno estatal y las empresas que explotaron por años el negocio, para elaborar el proyecto que permita la instalación de tiraderos de basura planificados.
Además, que el gobierno estatal, ante la indiferencia de los municipios, asigne recursos inmediatos para obras de infraestructura urbana, como la pavimentación de la carretera que comunica a Tepotzotlán con Santa Cruz del Monte en el municipio de Naucalpan.