Durante el año 2023 el Estado de México registró un total de 87 mil 642 defunciones, siendo las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus, los tumores malignos, las enfermedades del hígado y los accidentes las cinco principales causas de muerte, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través de los resultados definitivos de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) correspondientes al año pasado.
Estas causas de muerte concentraron 59 mil 230 defunciones entre enero y diciembre del año pasado, lo que representa el 67.58% del total de defunciones en la entidad mexiquense.
El informe publicado este 8 de noviembre precisa que las enfermedades del corazón fue la principal causa de fallecimiento entre los mexiquenses, con un total de 20 mil 806 casos, de los cuales, 10 mil 230 fueron de mujeres y 10 mil 576 de hombres.
La diabetes mellitus, considerada la segunda causa de muerte entre la población mexiquense en 2023, arrebató la vida a 16 mil 716 personas, de las cuales 8 mil 169 fueron mujeres y 8 mil 547 hombres.
Por otro lado, el INEGI detalló que los tumores malignos fueron la tercera causa de muerte en el Estado de México, con un total de 11 mil 225; de estas, 6 mil 078 fueron de mujeres y 5 mil 147 de hombres.
Pese a que las enfermedades del hígado fueron la cuarta causa de muerte en la entidad (5 mil 601), esto sólo fue aplicable para los hombres (4 mil 201), mientras que para las mujeres fueron las enfermedades cerebrovasculares (mil 972).
La quinta causa de muerte en territorio estatal fueron los accidentes, con un total de 4 mil 882, de los cuales, 3 mil 753 fueron de hombres, en el caso de las mujeres, la quinta causa de muerte fue la influenza y la neumonía, con un total de mil 597.
En México durante el 2023 se registraron 799 mil 869 defunciones, de acuerdo con estadísticas de Oficialías del Registro Civil, los Servicios Médicos Forenses y Agencias del Ministerio Público de todo el país, siendo las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos las tres principales causas.
El INEGI definió como defunciones por causas externas aquellas causadas por una o varias lesiones que resultan en la muerte de la persona que las experimenta; éstas suelen ser causadas por accidentes, homicidios y suicidios.
En México durante el año pasado se registraron 84 mil 118 defunciones por causas externas, de las cuales, el 10.12% se concentraron en el Estado de México, con lo cual esta entidad se posicionó en primer lugar a nivel nacional por muertes con esta causa.
De las 8 mil 515 muertes accidentales y violentas registradas en la entidad mexiquense, 2 mil 942 fueron por presuntos homicidios (34.36%), 4 mil 328 fueron por presuntos accidentes (50.8%), mil 184 fueron presuntos suicidios (13.9%), 60 fueron catalogadas como evento de intención no determinada (0.7%) y una más tuvo alguna otra causa no especificada.
Entre las muertes por eventos de intención no determinada se contemplan las ocurridas por ahogamiento y sumersión; por arma de fuego y blanca; por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación; por exposición al humo, fuego o llamas; por envenenamiento por y exposición a sustancias nocivas; causadas por vehículo, caída y otros).
A diferencia del año 2020 y 2021, cuando la segunda y primera causa de muerte en México, respectivamente, fue el Covid-19, en 2023 quedó en el lugar 17, con 4 mil 687 casos a nivel nacional.
La entidad mexiquense tuvo una tasa bruta de defunciones por esta enfermedad por cada cien mil habitantes, estimada en 3.5, lo que representa un 0.1% menos que la media nacional estimada en México, según entidad federativa de residencia habitual.
Las entidades federativas por residencia habitual de la persona fallecida que presentaron las tasas no estandarizadas (o brutas) más altas por cada 100 mil habitantes fueron: Ciudad de México, con 7.6; Baja California Sur, con 6.8, y Zacatecas, con 6.4.
Las entidades del país que presentaron las tasas más bajas fueron: Chiapas, con 0.5, y Campeche y Tabasco, ambas con 1.6. Se consideraron tanto las defunciones por identificación confirmada del virus de la COVID-19 como las «sospechosas» (en las que no se identificó el virus).