En un el norte del Estado de México, existe un municipio llamado Zumpango, el cual cuenta con una gran variedad de parques y zonas de entretenimiento; sin embargo, específicamente el parque “Unidad Deportiva Alfredo del Mazo” ha sido víctima de diversas críticas por parte de la comunidad, principalmente por la ausencia de rampas, accesos adaptados y otras adecuaciones fundamentales para personas con discapacidad motriz, esto limita el derecho de estas personas a disfrutar de los espacios públicos, evidenciando una carencia en la creación de las áreas inclusivas y recreativas del municipio. Esta es una de las razones por las que las personas con discapacidad motriz no asisten a los espacios recreativos en el municipio de Zumpango, por que estos no cuentan con la infraestructura adecuada para recibirlos.
Dado este problema, las personas con discapacidad motriz dependen en gran medida de la ayuda de trabajadores y miembros de la comunidad para acceder a diversas áreas del parque. Las rampas existen, pero en muchos casos, no cumplen con los estándares necesarios, lo que obliga a las personas a buscar alternativas que a menudo son complicadas y, en ocasiones, peligrosas, “Nosotros los tenemos que ayudar a subir, por que hay un zona en específico donde había una rampa para personas con discapacidad y ahora pusieron unos tubos, entonces en una ocasión había una persona con discapacidad y tuvimos que cargarlo entre todos”, comentó un ex trabajador de dicho parque, quien prefirió permanecer en el anonimato.
En el municipio de Zumpango no se cuenta con información o evidencia documental que permita describir las condiciones que actualmente presentan los parques urbanos, en relación con la infraestructura mínima necesaria que permita el acceso a personas con discapacidad motriz.
Si bien, existen normas que parten de organismos nacionales e internacionales para la inclusión de personas con discapacidad a espacios públicos, estas no se aplican o lo hacen parcialmente. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda en 2020, las principales discapacidades presentes en la población de Zumpango fueron discapacidad visual (6.78 mil personas), discapacidad física (5.27 mil) y discapacidad auditiva (2.55 mil).
El impacto de este problema se ve principalmente enfocado en la movilidad peatonal en parques urbanos, pues su mayoría no son tan incluyentes, debido a que no se cumplen las especificaciones que rigen, o no existe infraestructura para el acceso. Algunos de ellos tienen rampas, pero sin señalamientos adecuados, lo que impide identificar el acceso a áreas específicas como lo son: baños, estacionamiento o juegos.
El parque “Unidad Deportiva Alfredo del Mazo”, actualmente en este lugar cuenta con un 35% de nivel de accesibilidad para personas con discapacidad; los senderos suelen ser irregulares o hechos con materiales como grava o tierra, a esto hay que agregar que las señalizaciones son totalmente decadentes, “Los caminos o los pasillos no son realmente accesibles, ya que contamos prácticamente con el paso número uno que es la troto pista, entonces tendríamos que quitar parte del área verde para formular pasillos específicos para el uso de silla de ruedas”, comentó Gustavo Pelcastrel, Coordinador de Proyectos Deportivos del parque.
Según Gustavo Pelcastrel, las rampas solo están presentes en el ingreso a las oficinas principales y en el área de descanso. Sin embargo, las canchas de baloncesto, fútbol y el gimnasio al aire libre carecen de accesos adecuados, limitando el uso de estas instalaciones.
“La infraestructura que nos presta el parque, no es viable para modificaciones, y cualquier modificación requiere un replanteamiento desde su infraestructura, aunque desde la primera planeacion el parque no fue pensado en personas con discapacidad. Lo poco que hemos implementado es principio en base a lo que hemos observado que hace falta, pero de ahí en fuera no, pocas personas con sillas de ruedas nos visitan” explicó Pelcastrel. Además, señaló que el acceso al estacionamiento es otro desafío, ya que su diseño actual no facilita la movilidad para quienes usan silla de ruedas.
Por otro lado, el ex trabajador del parque, agregó que efectivamente uno de los principales problemas en la infraestructura del parque es el estacionamiento “No hay una área especifica en el estacionamiento, no hay un espacio señalado para personas con discapacidad, como sucede en otros lugares.” explicó.
Al no poder desplazarse dentro de estos espacios públicos, las personas con este tipo de discapacidad se ven limitados para realizar actividades recreativas o deportes, e incluso de visitar el parque. Jesús Montes de Oca, persona con discapacidad motriz, comparte que en los baños existen rampas para su acceso pero no están adecuados para ellos “No hay señalización adecuada para las rutas accesibles y los baños tampoco están diseñados para nosotros. Aunque hay rampas, acceder al baño es complicado por el tamaño reducido de los baños”. Además, resalta la importancia de contar con rampas adecuadas y bien niveladas para garantizar un acceso seguro, “Me gustaría que el parque principalmente tuviera accesos principales y las rampas con los niveles adecuados para nosotros”.
La Guía de Accesibilidad Universal (2014), explica que los andadores son básicamente lugares de paso, por lo que debe evitarse cualquier obstáculo como mobiliario, adornos o plantas. Cuando sea necesario colocar este tipo de elementos, deberán ubicarse todos al mismo costado, dando prioridad al paso de las personas.
Las condiciones en las circulaciones de una plaza o parque serán , para el sendero principal, un ancho mínimo de 250 cm y de preferencia dibujar un circuito que permita recorrerlo entero y llegar al punto de inicio, sin devolverse.
Otro problema dentro del parque es la falta de señalización. Esta carencia no solo dificulta la orientación de los visitantes, sino que también plantea riesgos para la seguridad de quienes transitan por la zona. “No hay señalización, únicamente se pinta color amarillo tráfico los indicadores en los senderos, se prohíbe el estacionamiento de vehículos automotores en esos accesos y nada más, no hay otro tipo de mantenimiento”, comentó el coordinador de proyectos deportivos Gustavo Pelcastrel.
La movilidad de una persona con discapacidad motriz es de suma importancia para que pueda llevar una vida plena, esto implica poder desplazarse de un lugar a otro, accediendo a espacios esenciales, como escuelas, tiendas y centros de recreación. En el caso de los parques urbanos, el acceso facilita el disfrute del aire libre, la realización de actividades físicas y la integración en la vida cotidiana.
«La movilidad en una persona con discapacidad motriz es importante ya que esto le ayuda a la persona a ser más independiente en sus actividades diarias, lo que influye también para su bienestar emocional y autoestima”, menciona Jesús Zamora, licenciado en terapia física y auxiliar en terapia ocupacional.
En la Unidad Básica de Rehabilitación e Integración Social de Zumpango se aplican ejercicios a las personas con discapacidad motriz para poder moverse en terrenos irregulares, como los que presentan piedras u otros obstáculos. «Trabajamos con ejercicios enfocados tanto en los miembros inferiores, como en los superiores. Utilizamos herramientas como bandas de resistencia, polainas y estiramientos” explica Zamora.
Estos ejercicios permiten a las personas desarrollar habilidades prácticas para enfrentar los retos cotidianos en espacios no accesibles, reduciendo el riesgo de caídas y aumentando su independencia.
Jesús Eduardo Zamora Monroy, licenciado en terapia física y auxiliar en terapia ocupacional, destaca que las principales limitaciones físicas en espacios públicos incluyen: falta de rampas, barandillas o las barras para poderse sujetarse, superficies irregulares; como piedras o grietas.
El concepto de accesibilidad ha ido evolucionado durante los últimos 10 años y ha llegado a un nuevo enfoque, donde lo principal es concebir un entorno de forma “inclusiva” o apta para todas las personas.
Un espacio público es parte esencial de una ciudad o municipio, cuya función es satisfacer las necesidades de los habitantes, permitiéndoles dar lugar al libre acceso, ejerciendo así el derecho a relajarse, ejercitarse y disfrutar de sus servicios que este ofrece, sin tener alguna dificultad en el acceso. Algunas medidas con las que el espacio debe de contar son las siguientes:
• Facilitar la movilidad personal de los habitantes con discapacidad motriz en la forma y en el momento que lo necesiten.
• Facilitar su acceso con dispositivos técnicos y ayuda para la movilidad de calidad.
• Ofrecer a las personas con discapacidad y al personal autorizado del parque que trabajen capacitaciones relacionadas a su condición.
• Ofrecer que los niños y las niñas con discapacidad motriz tengan acceso con los demás niños y niñas en la participación de actividades recreativas, como juegos y deportes.
Así en la búsqueda de una sociedad más inclusiva, los espacios de recreación, como los parques, representan un desafío para las familias de niños con discapacidades. Patricia Villaseñor, madre de Jesús Mendoza, un niño con discapacidad motriz, comparte que las principales dificultades que enfrenta su hijo al ingresar a un parque son principalmente el acceso, “no siempre puede tener acceso al área de juegos, solo en el área de canchas y es muy aburrido para él ver que los demás niños pueden divertirse o jugar entre ellos y él no puede”, además menciona que su hijo siente una gran curiosidad por los juegos; como la resbaladilla y los columpios, que ve como algo emocionante pero que no puede usar con seguridad. Patricia explica que intentan realizar otras actividades juntos para que Jesús no se sienta excluido.
La madre de Jesús Mendoza, resalta que una mayor inclusión en los espacios públicos puede lograrse escuchando a las familias de niños con discapacidad, y no solo a la familia de los niños, sino a las personas en general que padecen de esta discapacidad.
La accesibilidad universal implica diseñar productos y servicios que puedan ser utilizados por cualquier persona, sin importar su etapa de desarrollo, estatura o peso. Esto abarca desde adultos hasta niños, promoviendo así un bienestar social inclusivo. Un entorno que respete la accesibilidad universal es aquel que ofrece seguridad, confianza y comodidad, permitiendo que todas las personas disfruten y utilicen los espacios, sin barreras, ni limitaciones.
La inclusión de este enfoque en el diseño contribuye a una sociedad más justa, donde las personas con discapacidades no solo son aceptadas, sino también valoradas como parte esencial de la comunidad.
En Zumpango, la falta de infraestructura accesible en espacios públicos representa una barrera física y emocional significativa para las personas con discapacidad motriz. Rosa María Nava Jiménez, licenciada en Terapia Física, señala que las principales dificultades que enfrentan son la escasez de centros de rehabilitación cercanos y la falta de accesos adaptados, como rampas en banquetas y parques. «Nuestras banquetas no están preparadas para darles acceso con rampas especiales, y además existe una falta de respeto en cuanto a los espacios destinados para ellos», explica.
La falta de accesibilidad no solo afecta la movilidad de las personas con discapacidad, sino que también tiene un fuerte impacto emocional. La licenciada Nava comenta que la falta de acceso a espacios recreativos, como parques, puede desencadenar sentimientos de minusvalía y depresión, lo que a su vez contribuye al desarrollo de enfermedades psicosomáticas. «Estos espacios son esenciales para que puedan descubrir de qué son capaces; y mejorar su bienestar emocional y físico», explica. Sin embargo, en Zumpango, la mayoría de los parques carecen de infraestructura adecuada, como rampas en todas las áreas.
La inclusión de personas con discapacidad es uno de los grandes retos sociales de hoy en día. Aunque se han hecho avances en accesibilidad y políticas de integración, la exclusión sigue siendo una realidad para muchas personas con discapacidad motriz. Este tipo de discriminación no solo limita sus oportunidades en ámbitos como el laboral o el educativo, sino que también tiene un impacto emocional significativo en sus vidas.
Uno de los efectos más comunes es la sensación de aislamiento y soledad. La exclusión social y física que enfrentan puede llevarlos a sentirse desconectados de su entorno y privados de una participación plena en la vida cotidiana.
La falta de accesibilidad en parques impacta mucho en el bienestar de la persona con discapacidad motriz “Eso afecta mucho, desde la parte psicológica desde la parte motriz, porque son personas que se limitan, en el sentido de la psicología de aquellos que dicen “yo ya para que vivo” “si yo ya voy a hacer una carga para mi familia” “yo ya no me voy a poder mover”. Además, presentan frustración y perdida de motivación para la rehabilitación” menciona Jesús Zamora.
La inclusión, sin embargo, es mucho más que una simple cuestión de accesibilidad física. Implica fomentar una sociedad en la que todos, sin importar sus capacidades, se sientan valorados y aceptados.
Para que haya realmente una inclusión, los espacios recreativos deben ser diseñados de manera que cualquier persona, sin importar sus capacidades, pueda usarlos de forma segura y cómoda. Lo que implica eliminar obstáculos que impiden la accesibilidad de los visitantes, como ausencia de rampas en diversas zonas del parque, senderos agrietados o con gravas y falta de señalización. La accesibilidad no solo afecta el desplazamiento de la persona, sino que también contribuye al bienestar emocional de las personas con discapacidad, permitiéndoles participar activamente en la sociedad.
La falta de accesibilidad en el parque “Unidad Deportiva Alfredo del Mazo”, resalta la necesidad de rediseñar los espacios recreativos para que sean inclusivos, ya que sin accesos adecuados las personas con discapacidad motriz siguen enfrentando obstáculos que limitan su derecho a disfrutar de los espacios públicos.
Escrito por: Vanessa González y Catherine Armenta