En el Estado de México, debido a la creciente demanda de tamizajes, las instituciones del sector salud registran un alza en la detección de casos de VIH, cuando antaño la mayoría de los diagnósticos eran por SIDA, es decir, cuando el paciente ya cursaba con síntomas de la enfermedad o tenía registros de hospitalización.
La jefa del departamento de VIH/Sida/ITS-VHC del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Sonia Echeverri Frías informó que tan sólo en 2020, los casos de SIDA sumaron 334 y los de VIH 605; en 2023, fueron 911 de SIDA, en tanto que 1,146 de VIH.
‘Después de dos semanas de haber tenido alguna situación de riesgo puede ser que ya me pueda tomar la prueba y que ya me pudiera dar un resultado eficaz, eficiente’, señaló.
Uno de los factores para el aumento de casos positivos al VIH son las prácticas sexuales de riesgo por lo que invitan a la población a realizarse con frecuencia pruebas rápidas para la detección de infecciones de transmisión sexual.
Además, destacó que la entidad mexiquense registra a la fecha un 94% de indetectabilidad, es decir, el porcentaje de pacientes identificados con VIH y en consecuencia con tratamiento para evitar la replicación de células enfermas.
‘Hace algunos años en el Estado de México mucha gente la encontrábamos en etapas avanzadas de la patología, muchos muertos por sida; hoy día el panorama cambió, el paciente se encuentra en buenas condiciones físicas, las cargas virales no son tan altas’.
En este sentido, la especialista informó que en el Estado de México, el promedio de casos por año con VIH oscila entre 1,500 a 1700 casos nuevos y destacó que, pese a que el sector masculino registra más contagios, en los últimos cinco años se contabiliza un incremento en mujeres de ahí que las acciones se focalizan para ambos genero.
‘Antes teníamos de todos nuestros pacientes, la proporción era 5 a 1, hombre-mujer y el hombre era el que predominaba, hoy también sigue siendo el de predominio, pero la proporción es 4 a 1, con lo que yo quiero explicar que la mujer ha ido ganando terreno’.
Con corte al 31 de octubre de 2024, detalló, el ISEM atiende a 12 mil 144 pacientes con VIH, mientras que suman 20 mil 535 pacientes entre todas las instituciones del sector salud estatal.
En 2023 hubo más de 13 mil casos diagnosticados, de los cuales más del 80 por ciento son del sexo masculino. ‘Históricamente nunca se habían corrido tantas pruebas rápidas, es decir, nunca se había hecho tanto tamizaje en la población’.
La especialista del ISEM puntualizó que hasta octubre de este año se había aplicado más de 250 mil pruebas en las distintas instituciones de salud del Estado de México.
Por grupo de edad, señaló, los pacientes en promedio oscilan entre 30 y 34 años, donde el mayor porcentaje recae en hombres.
Y aunque mencionó que son más propensas las personas que tienen sexo sin protección, los grupos que destacan son aquellos hombres que tienen sexo con hombres y mujeres trabajadoras del sexo comercial, asi como personas privadas de la libertad.
Sonia Echeverri explicó que pese a que las pruebas de VIH tienen cierto estigma y cuestiones de discriminación, con frecuencia se aplican tamizajes en grupos vulnerables, pero recalcó que la causa principal del VIH a nivel mundial sigue siendo el sexo sin protección.
Las pruebas que se aplican con regularidad, detalló, son de 3º y 4º generación, estas últimas con un periodo de identificación del virus a partir de la 2ª semana post exposición, mientras que la de 3º generación, entre la tercera y cuarta semana.
Una vez que la prueba es positiva, abundó, se realiza un estudio de carga viral o extracción de flebotomías, el cual se analiza para determinar la presencia del virus y cantidades.
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‘Generalmente cuando yo hago el diagnostico, hubo replicación, es decir, el virus entró; de una cantidad que se incrementó en el cuerpo, ésta se va multiplicando y cuando yo tomo la primer carga viral me sale alta’.
Posteriormente, agregó, inicia el tratamiento para evitar la replicación del virus.
Resaltó que en la fase inicial, lo que se pretende es fortalecer el acompañamiento al paciente a través de redes de apoyo ya sea con su pareja o familiares, quienes lo ayudarán a no suspender la ingesta de antirretrovirales, elementos que, resaltó, han contribuido a que se registre un porcentaje de indetectabilidad sostenida, es decir, cuando el paciente cumple seis meses en tratamiento a partir del diagnóstico y presenta cargas virales indetectables.
Adicionalmente, agregó, es importante que el paciente se haga estudios de detección de diabetes, hipertensión, posible anemia, funcionamiento hepático y corroborar si registra tamizaje de tuberculosis y sífilis.
La especialista detalló que para el ISEM, el costo anual del tratamiento de un paciente con VIH es de 34 mil 616 pesos debido al volumen de medicamento que maneja el instituto, sin embargo, dijo, ese costo se eleva para las personas que se atienden de forma privada ya que cada frasco de medicamento con duración de un mes cuesta alrededor de 7 mil pesos, sin considerar el gasto de estudios adicionales.
En ese sentido, detalló que la inversión anual del ISEM por la compra de medicamento por adquisición de medicamentos asciende a 331 millones 331 mil 906 pesos.
Sonia Echeverri explicó que cuando una persona tuvo sexo sin protección y sospecha que estuvo en riesgo deberá acudir a cualquier centro de salud y solicitar la aplicación de una prueba, cuyo resultado se da manera inmediata.
‘En el caso de que seas paciente reactivo ahí te van a iniciar el protocolo, te van a enviar a un lugar especializado para que te valoren, vean cual es tu situación, no solamente física, sino también te mandan hacer diferentes estudios y puedan iniciar tratamiento’.
Comentó que el resultado se maneja de forma confidencial y solo se comparte a la pareja incluyen familias, cuando el paciente lo autoriza.
También resaltó que el paciente cuenta con un servicio denominado Consejería, es decir, una persona que orienta al paciente sobre las dudas que le vayan surgiendo.