Con el objetivo de combatir la contaminación ambiental y reducir el impacto negativo de los residuos plásticos, la Gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez presentó una iniciativa integral para regular y restringir el uso de plásticos de un solo uso en la entidad.
Este proyecto busca prohibir de forma progresiva el uso de productos de plástico de un solo uso, tales como: bolsas plásticas para acarreo, popotes, platos, vasos y cubiertos desechables, así como envases de unicel y otros recipientes similares no biodegradables.
No obstante, la iniciativa contempla excepciones específicas para aquellos productos destinados a usos médicos o que resulten imprescindibles por razones de higiene o seguridad, siempre que no existan alternativas viables.
Además, se fomenta el uso de materiales alternativos que sean reciclables, compostables o biodegradables. Según el documento, los plásticos reciclados deberán cumplir con normas técnicas que aseguren su impacto positivo en el medio ambiente.
El documento resalta que, en el Estado de México, diariamente se generan miles de toneladas de residuos sólidos, de los cuales una parte significativa corresponde a plásticos de un solo uso. Estos materiales representan hasta un 12 por ciento de los residuos sólidos recolectados, y su ciclo de vida puede extenderse por cientos de años, agravando la contaminación del suelo y el agua.
Los estudios incluidos en la iniciativa indican que un popote, por ejemplo, tiene un tiempo de uso promedio de 15 minutos, pero tarda entre 100 y 500 años en degradarse. De manera similar, una bolsa de plástico puede tardar hasta 400 años en desaparecer por completo del medio ambiente.
La propuesta también incluye un esquema de sanciones económicas y administrativas para quienes incumplan con las disposiciones, como multas que oscilan entre los 50 y 500 UMAS (Unidad de Medida y Actualización), equivalentes a aproximadamente 10 mil 857 y 325 mil 710 pesos, la suspensión temporal o definitiva de actividades comerciales en casos de reincidencia grave y la confiscación de productos plásticos no permitidos en establecimientos.
Asimismo, la iniciativa contempla programas de apoyo dirigidos a pequeños y medianos empresarios para adoptar tecnologías limpias o migrar hacia alternativas sostenibles. Se plantea implementar campañas educativas dirigidas a la ciudadanía para informar sobre el impacto ambiental de los plásticos de un solo uso y fomentar prácticas de consumo responsable.
La medida también se inscribe en los compromisos adquiridos por México dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente en el objetivo 12, que promueve la producción y consumo responsables, y el objetivo 13, que aboga por acciones climáticas inmediatas.
Si el Congreso local aprueba esta iniciativa, se establecerá un periodo de transición que permitirá a todos los sectores adaptarse gradualmente a las nuevas disposiciones.