En una mañana de marzo de 2025, en el metro de la Ciudad de México, un vagón destinado exclusivamente para mujeres se convirtió en un escenario de ironía y violencia.
A pesar de ser un espacio diseñado para brindar seguridad y comodidad a las mujeres, dos pasajeras se enfrascaron en una pelea que dejó a todas las demás usuarias del vagón en shock.
Todo comenzó cuando una mujer, identificada como Carmelita, abordó el vagón y llamó la atención de las demás por su parecido con la fallecida cantante mexicana Paquita la del Barrio.
Carmelita se dio cuenta de que algo sucedía, ya que sentía las miradas de las demás mujeres y escuchaba como reían al verla, lo que la incomodó.
Sin embargo, la situación se descontroló cuando una joven, Lucy, que vestía de color oscuro, comenzó a quejarse por el poco espacio en el vagón y empujó accidentalmente a Carmelita, según cuentan testigos.
De inmediato la mujer de verde, quien ya iba incómoda por la situación de ser observada y luego por el empujón ya no pudo contenerse y mostró su malestar.
La discusión entre las dos mujeres se intensificó, se hicieron de palabras y pronto se convirtió en una pelea física.
Carmelita, que era más alta y fuerte, tomó a la joven del cabello y la «desgreñó» frente a todas las demás pasajeras.
A pesar de las súplicas de las demás mujeres para que la soltara, Carmelita se negó a dejar ir a su oponente.
La pelea continuó incluso después de que el vagón llegó a una estación y las puertas se abrieron.
Las pasajeras que esperaban subir al vagón se hicieron a un lado, sorprendidas por la escena, que para muchas ya era como dicen » el pan de cada día».
Finalmente, las dos mujeres peleoneras salieron del vagón, pero la pelea continuó en la estación.
La ironía de la situación es que el vagón de mujeres, diseñado para ser un espacio seguro y pacífico, se convirtió en un escenario de violencia y agresión.
La pelea entre Carmelita y la joven es un recordatorio de que, incluso en los espacios más seguros, la violencia y la agresión pueden surgir en cualquier momento.
Esto a pesar de que en el metro de la Ciudad de México suelen separar a los hombres de las mujeres, para que, supuestamente, ellas no vivan violencia física, ni verbal.
La historia de Carmelita y la joven es un ejemplo de cómo la vida cotidiana en el metro de la Ciudad de México puede ser impredecible y emocionante.
Aunque la pelea entre las dos mujeres fue un incidente desagradable, también es un recordatorio de que, en la vida, siempre hay espacio para la sorpresa y la ironía.
Esas mujeres pudieron haber sido tú, tu prima, tu mamá, tu hermana, tu vecina o tú peor enemiga, en fin puede ser cualquiera, en un día cualquiera, en una estación cualquiera, de cualquier día de este mes de marzo, luego del «Día de la Mujer».