La Cámara de Representantes de Estados Unidos, bajo mayoría republicana, aprobó una iniciativa para convertir en ley la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que rebautiza el Golfo de México como «Golfo de América».
La votación se resolvió con 211 votos a favor y 206 en contra, con el único voto republicano en contra del representante Don Bacon, de Nebraska.
La legislación, promovida por la representante Marjorie Taylor Greene, establece que cualquier referencia al Golfo de México en leyes, mapas, documentos oficiales o registros federales será reemplazada por el nuevo nombre. Además, instruye al secretario del Interior a supervisar el cambio en los documentos y mapas oficiales, mientras que las agencias federales tendrán 180 días para actualizar sus registros.
El proyecto busca respaldar simbólicamente la postura nacionalista de Trump y su lema “Estados Unidos primero”. Greene defendió la iniciativa como un acto patriótico, y acusó a los demócratas de oponerse por supuestos vínculos con los cárteles del narcotráfico.
La oposición demócrata calificó la propuesta de superficial, innecesaria y una distracción frente a temas urgentes como la atención médica, la vivienda y el costo de vida. Legisladores como Hakeem Jeffries y Mary Gay Scanlon tacharon la ley de “tonta” y “vergonzosa”, mientras otros criticaron que el Congreso dedicara tiempo y recursos a una medida sin respaldo ciudadano. Encuestas recientes, incluidas algunas de Fox News, indican que alrededor del 70% de los votantes rechazan el cambio.
El Golfo de México, nombrado así desde hace más de 400 años, comparte límites marítimos entre México y Estados Unidos. El cambio de nombre solo tiene efecto dentro del territorio estadounidense y no obliga a México ni a organismos internacionales a reconocerlo.
El futuro de la medida es incierto en el Senado, donde se anticipa que los demócratas bloquearán su avance.