Prepara las gorras y sombrillas porque este viernes 3 de mayo llega la segunda onda de calor a México y traerá temperaturas altas.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Agua (Conagua), habrá temperaturas superiores a 45 grados en los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
También se esperan de 40 a 45 grados en Campeche, Colima, Jalisco, Morelos, San Luis Potosí, Tamaulipas y Yucatán; de 35 a 40 en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, el suroeste del Estado de México, Hidalgo, Guanajuato, Nayarit, Nuevo León, el norte y suroeste de Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, y de 30 a 35 grados en la Ciudad de México y Tlaxcala.
Recomendaciones ante la segunda ola de calor
Ante las altas temperaturas, se recomienda a la población tomar las siguientes medidas preventivas:
Evita asolearte entre las 11:00 y 16:00 horas
Viste ropa suelta de colores claros y manga larga
No realices actividades físicas intensas bajo el sol
Toma agua simple aunque no tengas sed
Come alimentos frescos, frutas y verduras
Permanece en la sombra y lugares frescos
Usa protector solar
Utiliza lentes de sol, gorra o sombrero
Evita consumir bebidas alcohólicas
No permanezcas en un auto con las ventanas cerradas
¿Qué es una ola de calor?
Una ola de calor se define como el periodo de más de tres días consecutivos con temperaturas por arriba del promedio, esto aplica tanto para las temperaturas máximas (las que se registran entre las 14:00 y 16:00 horas) como para las mínimas (entre las 05:00 y 07:00 horas).
Dicho fenómeno se debe a la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, el cual favorece un ambiente diurno muy caluroso sobre el noroeste, norte, noreste y occidente de la República.
Algunos de los efectos que puede tener una ola de calor en la población son:
Insolación
Desmayos
Golpe de calor
Deshidratación
Enfermedad en la piel
Recuerda poner atención a las señales de un golpe de calor que son: Dolor de cabeza y convulsiones, náuseas, sudoración excesiva, mareos, pulso rápido, piel seca y caliente, así como la pérdida del conocimiento.
Los grupos de mayor riesgo suelen ser las infancias menores de cinco años, personas con enfermedades crónicas, trabajadores agrícolas, adultos mayores y mascotas.