El olfato perruno está compuesto por entre 200 y 300 millones de receptores y puede reconocer un millón de olores, pero el de Beretta, una pastor alemán integrante la agrupación K9 de Metepec, está entrenado para detectar dos y avisar: el de cadáver fresco y cadáver en estado de putrefacción.
La pastor alemán es parte de un grupo de perros élite que han sido entrenados para tareas de seguridad y la habilidad de Beretta ha ayudado a localizar a 21 personas que fueron asesinadas y enterradas.
Juguetona, pues su energía le exige estar siempre en movimiento, Beretta se conduce por las escenas del crimen con seguridad. Sus manejadores confían en su capacidad de reacción, la entrenan todos los días y los resultados que ha dado, han significado un alivio para las familias que buscan a quienes desaparecieron sin dejar rastro detectable para los humanos.
El comandante de la Unidad Canina de la Dirección de Seguridad Pública de Metepec, César Guerrero, explicó a El Sol de Toluca que, si bien la perrita es pionera en la unidad, era de la más joven, pues tenía ocho meses, por lo que al inicio no le encontraban una vocación.
“En un principio no mostraba muchas cualidades para formar parte de alguna especialidad, entonces nos dedicamos a desarrollar, estuvimos trabajando con ella. Le dimos el tiempo que necesitaba para que madurara por lo que, a los 10 meses, cambió totalmente y fue la más indicada para la especialidad de detección de restos humanos”.
Con dos años y medio de edad, Beretta ya localizó 21 cadáveres, la mayoría estaba enterrada en fosas clandestinas ocupadas por el cártel Jalisco Nueva Generación en el Valle de Toluca.
“Ella es la perra que más despliegues ha tenido fuera del municipio, esto quiere decir que ella siempre ha trabajado en coordinación con otras autoridades, sobre todo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México”.
Los marcajes positivos que ha dado la pastor alemán que forma parte de la agrupación K9 de Metepec han sido en los municipios de Ocoyoacac, Lerma, Chapultepec y Toluca, entre otros.
Pero para ella, todo es un juego. Su entrenamiento consta de detectar los olores y después, recibir su juguete como premio.
Las esencias son requeridas a una empresa especializada que simula el olor de los cadáveres frescos y en estado de putrefacción. En un algodón o bien, directo a la tierra, se vierten unas gotas, se tapa el punto con más tierra, se pasea a la canina por la zona y ella avisa.
No ladra, como los perros de rescate. Beretta, cuando detecta la esencia para la que ha sido entrenada, rasca el punto, apenas unos centímetros de profundidad, y se echa en el lugar.
Para el comandante de la unidad K9, el trabajo que ha desarrollado y que todos los días se perfecciona con lazos de reforzamiento y sin violencia, es un orgullo, pues el talento tanto de los entrenadores, los binomios y, por supuesto los caninos, destaca y es reconocido por las autoridades especiales, mismas que constantemente requieren de su apoyo para resolver casos.
Actualmente, la unidad canina K9 de Metepec cuenta con cuatro caninos en activo, Delta, Kiara, Beretta y Hachi, que también son elementos policiales, son elementos que además están capacitados en la detección de armas, de pólvora, de estupefacientes, de cadáveres y de personas no localizadas.
Otro canino que se encuentra en entrenamiento es Hércules, quien llegó a cubrir a a Zeus, otro perro ejemplar que murió por problemas estomacales a finales del año pasado.
Al ser parte de las fuerzas especiales de Metepec, han sido convocados -junto a sus manejadores- para participar en operativos especiales con la Fiscalía General de la República, la Marina, la Secretaría de Seguridad del Estado de México y la Fiscalía General de Justicia de la entidad.