Los cuerpos de Octavio e Isaac llegaron al panteón del Pueblo de San Francisco Tepojaco, donde un mariachi entona canciones para que sus familiares puedan despedirlos antes que sean sepultados, luego de perder la vida la noche del pasado domingo en un ataque armado al bar «Bling Bling».
Familiares y amigos llegaron al camposanto, luego de una misa de cuerpo presente en la iglesia de la comunidad para dar el último adiós a los dos jóvenes, quienes eran primos y se encontraban en el bar cuando un comando llegó a disparar en múltiples ocasiones.
De uno en uno, los seres queridos de ambos pasaron a ver los cuerpos de ambos varones, dedicándoles algunas palabras para después dar paso a los demás acompañantes del cortejo fúnebre, entre lágrimas, sollozos y cantos que son acompañados de un grupo de mariachis.
«No se vale, ellos no tenían nada que ver. Eran dos chamacos bien trabajadores y ya nunca más los vamos a volver a ver», declaró un amigo de la familia de Octavio Mayen, quien estudiaba la licenciatura en derecho en una escuela privada.