Surgida del trabajo de las haciendas ganaderas, la Charrería es un arte y disciplina basada en tareas del campo, que charros de Zumpango realizan por tradición familiar y por el placer de practicar un deporte icono de la cultura mexicana, así lo expresó Eduardo Ortiz García, quién desde los siete años se interesó por el ambiente ecuestre.
Con más de 30 años de practica, Eduardo ve en la charrería un gusto por el campo, representado en un conjunto de destrezas y habilidades vaqueras, que en el México moderno, luego de la disolución de las haciendas, se queda en los pueblos o rancherías como una fiesta popular y con el paso del tiempo esta tradición se reglamenta.
La charrería es una actividad que se comenzó a profesionalizarse hasta convertirse en tradiciones ecuestres, con la Reforma Agraria en 1945 se declaró deporte nacional y desde el 2011 la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Asociación Nacional de Charros iniciaron las gestiones para proponer a la charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el cual se logró cuando la UNESCO lo estableció en diciembre del 2016.
Son nueve suertes que representan la actividad de los caballerangos, como es el caso de la Cala de caballo, que demuestra el control del jinete, servía para demostrar que los caballos estaban listos para montar o venderse, la segunda suerte es Piales en el Lienzo, el Coleadero es una suerte muy divertida, las cuarta es el Jineteo del Toro, la Faena de la Terna en el Ruedo demuestra como los jinetes de las haciendas lazaban a los animales de de los cuernos, de las patas para derribarlos luego marcarlos o castrarlos, otras surtes son el Jineteo de Yegua, Manganas a Pie, Manganas a Caballo y finalmente el Paso de la Muerte.
Como deporte los lienzos son el escenario para practicar y realizar campeonatos, los equipos de 8 charros como mínimo en diferentes categorías, ejecutan las nueve suertes, donde al menos tres jueces califican la ejecución, destreza y habilidad sumando puntos e incluso restando calificación.
La practica no es exclusiva de hombres, a ultimas fechas hay participación de mujeres, el coleadero es la suerte en la que más participan, aunque la participación de las escaramuzas es exclusiva de ellas.
La charreria lleva muchas horas de practica, para las jornadas de exhibixión en las feria y más profesionalismo para las competencias estatales y la nacional, Eduardo se considera un charro amateur, para él, la charrería es una forma de vida, una disciplina que exige mucho, pero que da muchas satisfacciones y con el plus de ser un deporte que identifica a los mexicanos a nivel internacional con el traje y el sombrero de ala ancha, que originalmente se usaba para las faenas del campo, es reconocido en todo el mundo.
Comenta que los estados más representativos para este deporte es Jalisco Hidalgo y el Estado de México, y es en estos en donde florece, todos los charros pertenecemos a la Federación Mexicana de Charrería, pero las regiones tienen sus asociaciones o grupos.