Una jirafa sin manchas nació el pasado 31 de julio en el Zoológico Brights, una institución privada acreditada por la Asociación Zoológica de América (ZAA), en Tennessee, Estados Unidos.
El ejemplar -que pertenece a la subespecie de jirafas reticuladas o jirafa somalí- ya mide 1.80 metros y está bajo el cuidado de su madre y personal del zoológico. De acuerdo con el zoológico, esta jirafa podría ser la única sin manchas en todo el mundo, aunque en 1970 Japón documentó un caso similar.
“Los expertos en jirafas creen que es la única jirafa reticulada de color sólido que vive en cualquier parte del planeta“, señaló en un comunicado.
Cabe señalar que ante la ausencia de manchas, los cuidadores del zoológico realizaron análisis de sangre, con los que corroboraron que estuviera sana. Explicaron que este caso permitirá poner atención en la conservación de las jirafas.
“Las poblaciones silvestres se están deslizando silenciosamente hacia la extinción, con 40% de la población de jirafas silvestres perdida en las últimas tres décadas“, agregó.
Por otra parte, el zoológico anunció un concurso para elegirle un nombre; las opciones preseleccionadas son Kipekee (“único”, en swahili), Firayali (“inusual”), Shakiri (“ella es la más hermosa”) y Jamella (“una de gran belleza”).
Según el portal de National Geographic, las manchas de las jirafas son consideradas una forma de camuflaje que le permite a esta especie sobrevivir en su hábitat. Además, el patrón, tamaño y color de su pelaje lo heredan de sus madres y podrían determinar su supervivencia.
También se cree que las machas pueden relacionarse con la regulación de temperatura y otras características aún desconocidas.