La elaboración de palmas con motivo del Día de Ramos es una tradición que en San Cristóbal Huichochitlán se niega a morir, a pesar de la renuencia de las nuevas generaciones por retomarla, así como la caída en ventas de un 20% que han registrado en los últimos años.
Durante un recorrido en el poblado, Guadalupe Atilano Díaz, quien se enfocada a la elaboración de palmas desde hace 35 años, lamentó que ahora los jóvenes ya no se sienten atraídos por esta actividad, con lo cual corre el riesgo de desaparecer.
“Estamos hablando de que la elaboración de palmas es una tradición que ha pasado de generación en generación, pero que lamentablemente podría desaparecer, porque las nuevas generaciones van perdiendo la fe, no van a las misas y ya no les interesa aprender”, expresó.
La señora Guadalupe, quien al mismo tiempo que explica la realización de palmas enseña a sus nietas cómo elaborarlas, mostró su preocupación porque ahora sus ventas no son tan buenas, así como la indiferencia de las nuevas generaciones por continuar con esta tradición.
“Nos preocupa que muchas de las personas que se dedicaban a esta actividad han ido falleciendo y los jóvenes ya no retoman. A mi quien me enseñó a elaborar palmas fue mi mamá y ahora yo hago lo mismo con mis nietas”, indicó.
Comentó que tradicionalmente, quienes se dedican a la elaboración de palmas, se instalan frente a la delegación de este lugar por lo menos con ocho días de anticipación al Domingo de Ramos, y ahora fue posible apreciar que existe mayor innovación, mediante la introducción de nuevos colores.
Cabe recordar que el Domingo de Ramos se conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. En este momento Jesús fue recibido por una multitud entre palmas y ramas de oliva.
Asimismo, las palmas se bendicen durante la misa del Domingo de Ramos, y se deberán conservar hasta el próximo Miércoles de Ceniza, cuando se queman durante la misa de este día.
También los artesanos de las palmas en San Cristóbal Huichochitlán lamentaron el regateo de sus productos, ya que la gente siempre les comenta que “son muy caras”.
“Siempre nos regatean, y nos dicen que vendemos caro, pero desconocen todo lo que hay detrás, porque además todos nuestros insumos incrementaron, como lo es el bulto o ciento de palma verde que lo podemos encontrar hasta en 300 pesos”, señaló Guadalupe Atilano.
Aunado a lo anterior, una vez que adquiere la palma verde o seca la deben preparar, la remojan con agua y realizan las figuras, principalmente la de Cristo, cuidando los colores similares a la temporada característica de la Semana Mayor.
En cuanto a los precios, se pueden encontrar palmas en este lugar de entre 10 y 200 pesos, dependiendo del tamaño y materiales que se hayan empleado.
“En mi caso hago tres figuras al día, y en cada una de ellas empleo alrededor de dos horas. Nuestra venta ha bajado de manera preocupante porque ahora los jóvenes ya no creen en Dios, sino en la santa muerte”, aseveró Atilano Díaz.
Finalmente los artesanos de la palma de San Cristóbal Huichochitlán detallaron que también se trasladan a otros sitios para vender sus productos como al centro de Toluca, Metepec, Cuajimalpa y Tejupilco, entre otros.