El estado de México desde hace más de dos décadas tiene una composición plural, políticamente hablando. Desde 1990, los partidos de oposición comenzaron a ganar posiciones en los ayuntamientos al grado que a estas fechas, 124 de los 125 municipios mexiquenses han experimentado la alternancia.
Solo Villa Victoria es el único municipio que siempre ha sido gobernado por la misma fuerza política, prácticamente, en los últimos 100 años.
En los últimos 30 años la inmensa mayoría de los municipios mexiquenses han sido gobernados por tres o más fuerzas políticas y existen demarcaciones que han tenido hasta 10 alternancias como Cocotitlán, Chiconcuac y Tequixquiac, que prácticamente cambian de partido cada tres años.
La zona norte del estado es la que más se ha resistido a los cambios políticos. Muchos de sus municipios han cambiado solo una vez de partido, como Acambay, Aculco, Atlacomulco, Jocotitlán, Ixtlahuaca, Timilpan, El Oro, San Felipe del Progreso y San José del Rincón.
Otros como Temascalapa y Chapa de Mota, cambiaron de partido una sola vez y ya no regresaron con el otrora partido hegemónico.
Pero también hay casos en el sur como Amatepec, Almoloya de Alquisiras y Luvianos que una vez probaron la alternancia y decidieron regresar al partido que los ha gobernado durante décadas.
En contraparte, los municipios que han explorado más fuerzas políticas en el gobierno son Chiconcuac, Ozumba y Xonacatlán, pues han probado seis partidos al frente del Ayuntamiento.
Otros once municipios han sido gobernados por 5 partidos, entre ellos Amecameca, Cocotitlán, Coyotepec, Xalatlaco, Joquicingo, Ocoyoacac, Temamatla, Tequixquiac, Valle de Bravo, Villa Guerrero y Zumpango.
Treinta y dos municipios han experimentado gobiernos de cuatro fuerzas políticas y 56 demarcaciones de tres partidos.
En la más reciente elección de ayuntamientos, los electores decidieron cambiar de partido en el gobierno en más de la mitad de los municipios.