La inseguridad y la corrupción continúan siendo problemas cruciales que afectan al sector empresarial en el Estado de México, generando sobrecostos de hasta el 20% en productos y servicios, además de limitar el desarrollo económico de la región.
No obstante, los recientes resultados del «Operativo Enjambre», implementado por el Gobierno Federal en conjunto con autoridades estatales, han sido reconocidos como un avance significativo para combatir la delincuencia organizada y la corrupción.
El Operativo Enjambre, llevado a cabo en diversos puntos del Estado de México, ha permitido la detención de varios líderes criminales y la emisión de órdenes de aprehensión contra 14 funcionarios públicos vinculados con actos ilícitos. Estas acciones han sido destacadas por Mauricio Massud Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (CONCAEM), quien señaló que estos resultados generan esperanza en un panorama marcado por la violencia y la corrupción.
“El combate a la delincuencia organizada debe ser preciso y contundente, enviando un mensaje claro de que no hay lugar para conductas delictivas dentro de los cuerpos policíacos ni en las administraciones públicas”, subrayó Massud Martínez.
De acuerdo con datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la inseguridad y la delincuencia organizada no solo afectan directamente a las empresas, sino también a los consumidores, quienes enfrentan aumentos en los precios de hasta un 20%. Además, un 25% de los empresarios en la entidad reportaron haber sido víctimas de delitos como extorsión telefónica, cobro de derecho de piso y condicionamiento en la elección de proveedores.
“La delincuencia no solo roba recursos y patrimonio; también disuade la llegada de capitales al estado y afecta la paz social. Por ello, es indispensable que las acciones contra el crimen organizado sean constantes y estratégicas”, afirmó Massud Martínez.
El líder empresarial enfatizó la necesidad de mejorar los procesos de selección de personal en las corporaciones de seguridad pública, como una medida preventiva para evitar la infiltración de elementos corruptos. “No basta con identificar a los malos elementos dentro de las corporaciones; debemos evitar que ingresen desde el principio. La profesionalización y depuración de las fuerzas de seguridad es clave para recuperar la confianza de la sociedad y del sector empresarial”, agregó.