El cetrero José Luis López Chaveta, originario de Teoloyucan es un adiestrador de aves con años de experiencia que realiza este antiguo oficio que consiste en acondicionar aves rapaces para trabajar en la caza de control de plagas, es una práctica que los induce a alimentarse, pero con ciertas reglas para control de peso con la intención de no dificultar las tareas que por naturaleza están programados a realizar para su supervivencia.
Comenta que la cetrería es considerada un arte, desafortunadamente no tan conocido, pero es básicamente para las águilas y halcones y se emplean distintas especies, como alguilla de cola roja, halcón peregrino, jarres, cernícalo y gavilán, que en condición de crianza aparentas, lleva un promedio de un mes enseñarles a cazar.
Explica que entre sus aplicaciones está la de llevar a cazar una o dos veces a la semana liebres o conejo, en cuanto los cuidados, el entrenador comenta que un ave come codorniz cuando está en temporada de crianza que es precisamente en esta época, como dato curioso, indica que el kilo de carne de rata, que es la óptima para estos animales en crianza cuesta trescientos pesos.
Además del acondicionamiento, en algunos casos se ha logrado la reproducción, las aves de la exposición poseen un anillo el cual indica que son especies registradas, motivo por el que se puede certificar su legal procedencia.
Un cetrero es una persona física que adiestra y emplea aves para la cazar se la conoce como cetrero, para efectos legales el cetrero puede ser el propietario de las aves o la persona a la que su propietario haya cedido temporalmente el ave para la práctica o acondicionamiento.
Como antecedente del oficio se encentra documentado que fue traído de Asia a México por el siglo XIX, practicado en zonas como Mesopotamia o Mongolia, donde las tropas de Gengis Kan lo utilizaban como método de caza en su vida nómada.
El entrenador comparte que es un trabajo muy bonito dedicado principalmente a erradicar plagas en lugares como el aeropuerto o los cultivos donde abundan las tuzas y otros roedores que impiden el proceso de germinación de las semillas, comenta que la convivencia con un halcón peregrino, por ejemplo, se utiliza para control de plaga, ayuda a ahuyentar la fauna nociva.
En ceremonias del Heroico Colegio Militar se incluye la participación de aves de presa, como la majestuosa águila real, adiestradas para realizar evoluciones, el colegio emplea técnicas de cuidado de estos ejemplares dentro de la Unidad de Manejo Ambiental (UMA), lugar donde los propios cadetes se capacitan como cetreros rehabilitadores, este centro esta vigilado por la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA), pero de responsabilidad plena de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) utilizada principalmente para exhibiciones.