Si sales de vacaciones en estos días santos o planeas pasar un buen rato en familia durante la semana de pascua es importante que tomes en cuenta los servicios que requieres y por ende los gastos que harás, especialmente, porque durante marzo la inflación se ubicó con 4.48 por ciento.
De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), para muchas familias acudir a un parque acuático este sábado de gloria es la mejor alternativa para dejar a un lado la rutina de la ciudad, sin embargo, hacerlo implica un costo aproximado de 2 mil 975 pesos para cinco personas (dos adultos y tres niños en promedio), considerando entradas, comidas y transporte.
Quienes decidan ir más lejos, este sábado 30 de abril o el sábado el 6 de abril, tomando en cuenta hospedaje por cuatro días y tres noches, alimentos y el traslado en autobús, la playa de Acapulco estará en 15 mil 660 pesos en promedio, si es a la playa de Tuxpan 13 mil 984; mientras que otros destinos como San Miguel de Allende y Zacatecas significan un gasto estimado de 15 mil y 19 mil 605 pesos, respectivamente.
Para aquellos padres de familia que solo tendrán libre este viernes y sábado santos, el reto para la semana de pascua es encontrar actividades para sus hijos en un horario similar al de la escuela, ya sea en un campamento, un taller de arte y manualidades, experimentos, cocina, inglés y más, cuyos precios pueden ir de los mil 500 a 2 mil 800 pesos por niño.
Salir al cine es una alternativa que cuesta alrededor de mil 238 pesos considerando las entradas, palomitas, refrescos y pasajes; mientras ir al parque puede suponer un gasto de mínimo 500 pesos, considerando llevar sándwiches y refrescos, más el traslado. En tanto, una vuelta al centro comercial y comer en un restaurante de comida rápida con helado incluido, más el pasaje, oscila en 879 pesos, aproximadamente.
A decir del líder de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, la inflación no es un tema coyuntural ni pasajero, se ha convertido en un asunto estructural de largo plazo y las familias deben prepararse para ello. “La agenda de consumo es un asunto muy delicado y complicado. Lo que se diga al respecto alinea o desalinea decisiones del gasto familiar y éstas son un asunto de graves consecuencias que afectan la calidad de vida de todos”.