En completo hermetismo se mantiene el gobierno municipal de Cuautitlán Izcalli y el Organismo de Agua Potable (Operagua), tras el ataque a balazos que sufrió René Gálvez Toledo, actual director de Construcción y Operación Hidráulica del organismo, la noche del pasado martes.
De acuerdo con versiones extraoficiales, el funcionario habría sido interceptado por sujetos armados que presuntamente intentaron despojarlo de su camioneta en Hacienda del Parque.
Aunque tras despojarlo y herirlo, los responsables huyeron con la unidad y la abandonaron en el municipio de Atizapán de Zaragoza.
René Gálvez Toledo no estaba solo, según versiones, era acompañado por el director de Finanzas del organismo de agua.
El hecho ha sido manejado con total reserva por parte de las autoridades. Ni el alcalde Daniel Serrano Palacios, ni el área de comunicación social del Ayuntamiento, ni mucho menos Operagua, han emitido algún posicionamiento oficial respecto al estado de salud del funcionario, el avance de las investigaciones o las posibles líneas a seguir.
René Gálvez Toledo se integró recientemente a la administración de Serrano Palacios, en marzo pasado, como parte del equipo técnico de Operagua. Hasta la fecha, se desconoce su situación médica actual, así como su estado laboral, ya que no ha retomado sus funciones desde el día del incidente.
Este episodio se suma al clima de inseguridad que ha alcanzado incluso a servidores públicos municipales, sin que haya transparencia ni información pública sobre los hechos. El silencio de las autoridades alimenta la incertidumbre y las especulaciones, en un municipio donde los ciudadanos exigen mayor seguridad y rendición de cuentas.
Cabe hacer mención, que en enero, el organismo Operagua se vio envuelto en un «escándalo» por un robo que habrían perpetrado empleados en activo; y aunque el alcalde Daniel Serrano insistió en que no fue un autorobo, es momento en que se desconocen detalles y el monto del dinero sustraído.