Mientras la crisis hídrica provoca desabasto en urbes como la Ciudad de México y municipios conurbados, el panorama para el campo mexicano no es muy diferente, más bien es grave, pues los bajos niveles en presas pueden causar reducciones de hasta la mitad de siembras de riego, afirmó el académico de UNAM, Eugenio Cedillo Portugal.
En entrevista con Mexiquense Digital, Cedillo Portugal, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, advirtió que las sequías en México eran recurrentes, pero en los últimos años han sido más fuertes y extensas, afectando cultivos de temporal y de riego.
Bajos niveles en el Cutzamala, entre otros factores, han provocado este año un desabasto en algunas colonias de la capital mexicana y municipios mexiquenses conurbados.
En el campo, explicó Cedillo Portugal, sin agua suficiente las presas o pozos profundos pueden no abastecerse totalmente para la siembra de riego. Para los cultivos de temporal, que dependen de las lluvias, los daños pueden traducirse en menor rendimiento o pérdidas totales, abundó.
“En el riego principalmente es que la gente que viene sembrando cierta superficie le dicen, ‘sabes qué, por el volumen de agua que tenemos en las presas tú venías sembrando cinco o seis hectáreas, ahora vas a sembrar la mitad’, entonces disminuye lo que es la superficie cultivada”, ejemplificó.
Los estados del norte del país, como Chihuahua o Zacatecas, son los que padecen más por sequía, pero también algunas zonas de Guerrero, Oaxaca e Hidalgo enfrentan problemas por periodos porque carecen de infraestructura de riego, enlistó.
“Es un tema gravísimo, diría yo, es importante que los diferentes niveles de gobierno, que las organizaciones sociales, los productores y los técnicos que trabajamos en este sector estemos tomando cartas en el asunto cada uno en el ámbito que le toca”, señaló.
Cedillo Portugal, académico de la Licenciatura en Planificación para el Desarrollo Agropecuario, aseguró que ante el panorama para el campo las mejores medidas a implementar son las encaminadas a eficientar el uso del agua.
Recordó que la agricultura consume el 75 por ciento del agua dulce de México, sin embargo, enfatizó, la eficiencia en el riego es de alrededor del 45 por ciento.
“¿Esto qué quiere decir? Que de cada 100 litros de agua que salen de la presa, del pozo, únicamente 45 litros llegan a la planta. Los otros 55 se pierden en el camino por diferentes aspectos, entonces algo importante que hacer es la tecnificación del riego”, aseguró.
El académico recomendó riego por goteo y su manejo adecuado, además de una conducción entubada del agua porque con los canales a cielo abierto que se utilizan actualmente se pierde líquido por infiltración y evaporación.
Ejemplificó que la producción de sólo un kilo de jitomate requiere de hasta 200 litros de agua, sin embargo con un sistema de riego por goteo y en invernadero se puede bajar a menos de 40 litros.
“Podemos hacer un uso más eficiente del agua, de esos 200 (litros) podemos producir otros dos, tres o cuatro kilos más”, planteó.
Para siembra de temporal, el académico indicó que se requieren medidas para mejorar la fertilidad del suelo, evitar erosiones y crear áreas de reforestación cerca de los cultivos para una infiltración de agua.
“Toda el agua que llueve se puede captar y se puede utilizar esa agua, almacenarla como riego de auxilio para cuando las plantas lo estén necesitando”, agregó.