El consumo de alcohol causa daños en diferentes órganos del cuerpo, incluso si se bebe de manera moderada. Por ello, los especialistas recomiendan dejar de ingerir alcohol para mejorar la salud. No es necesario llegar a la embriaguez para causar daño al hígado. En el caso de las mujeres, el límite son dos copas al día, mientras que, en cuanto a los hombres, no deberían exceder las 4 copas.
La mayoría de las bebidas alcohólicas tienen poco o ningún valor nutricional, pero contienen calorías que se acumulan rápidamente, estimulando el apetito y el aumento de peso. Además, el alcohol disminuye la oxidación de ácidos grasos, lo que lleva a una mayor acumulación de grasa, principalmente en la cintura.
Abandonar el consumo de alcohol tiene beneficios a corto y largo plazo. Mejora la calidad del sueño, aumenta el nivel de energía, mejora la memoria (pues el alcohol causa deterioro cognitivo), aumenta el nivel de concentración y te hace sentir más lúcido y menos deprimido. Además, ayuda a desbloquear la pérdida de peso, le dice adiós a la acidez, mejora la piel y reduce la grasa en el hígado hasta en un 40%. En el caso de los varones, mejora su vida sexual. El hígado, el páncreas, el corazón, todo el cuerpo experimenta beneficios.
No es necesario padecer alcoholismo para evitar el consumo. El 2.5% de las muertes en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, no solo por la enfermedad hepática crónica, sino también por el daño que el alcohol causa en otros órganos. No es sencillo aceptar que se tiene un problema con la forma de beber, pero las redes de apoyo, familiares y especialistas de la salud física y mental pueden ayudar a controlar su consumo.