De acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el muralismo mexicano es una manifestación artística que surgió a principios del siglo XX y que alcanzó su máxima expresión a partir de 1920, por lo que ha ido evolucionando y plasmando diversas situaciones, formas de pensar y ha cobrado mucha relevancia en las «historias que han marcado a una sociedad».
Con ello, diversos artistas buscan cambiar la mentalidad de una población, al mostrar en un muro las situaciones ocurridas durante un periodo que quedan grabadas y forman parte de una historia.
Parte de esos artistas que han contado las vivencias de la sociedad son: Michel Tapia, Hugo Estrada, Sergio Alberto Morelos, Rafael Medina Martínez y Fernando Cruz Maldonado, ciudadanos del Estado de México que han elaborado muros en la Ciudad de México, Estado de México, así como en diversas entidades de México, además en otros países de América y Europa, donde dejaron parte de la historia de México.
Fernando Cruz Maldonado, mejor conocido como Yeser, es un hombre de 41 años que cuenta con una trayectoria de 25 años en el muralismo urbano y que ha plasmado grandes historias, peticiones e injusticias sociales en muros de la Ciudad de México, Estado de México y Alemania.
Yeser comenta que tras dar a conocer su trabajo fue invitado a Europa, donde le solicitaron representar ‘el tiempo’, en una estación del Metro en Monbach. Por lo que decidió pintar el rostro de su madre, una mujer adulta originaria de Oaxaca.
«Me invitaron a la estación del Metro de Monbach, en Alemania, ahí me dijeron que debería pintar lo que quiera, pero el tema era tiempo. Yo pensé representar a una mujer adulta, una mujer joven y una niña. Se aceptó la idea y yo dije que la mujer adulta que pintaría era a mi mamá, una mujer oaxaqueña.
Otro muralista que ha cruzado fronteras es Rafael Medina Martínez, mejor conocido como Tomer Linaje, es un hombre 35 años, originario del Estado de México que ha pintado en 22 estados de la República Mexicana, así como Brasil, Estados Unidos y Haití.
Tomer Linaje contó a que una de las historias más sobresalientes es un muro que pintó en Miami con la imagen de su hijo en Teotihuacán.
«Una de las historias más sobresalientes de mis murales, la hice en Estados Unidos. Yo pinté a mi hijo en Miami en 2008, en el festival de arte urbano más importante del mundo.
Yo quería pintar a mi hijo porque la razón de ir a otro lugar, es mi motor. Al cumplir mi sueño de viajar a otro país, yo quería representar el motivo de mi lucha, mi hijo», explicó.
«Es algo bien bonito. Cuando estaba en Estados Unidos y la gente migrante me decía gracias por traer la cultura mexicana a nosotros», explicó.
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Pinté el corredor de la L4 del Metro CdMx, después representé a México en Alemania: Apple man
Sergio Alberto Morelos Prado, más conocido como Apple man, es un muralista del Estado de México, de 34 años, que inició a pintar desde la secundaria y lo hacía como una actividad para dar mensajes a la sociedad.
Apple man ha pintado para diversas instituciones en la Ciudad de México, así como trabajos para alcaldías, incluso menciona que elaboró los murales fluorescentes de la Línea 4 que va de Santa Anita a Martín Carrera del Metro de la Ciudad de México.
«Aquí en la Ciudad de México he pintado para varias instituciones, organizaciones y hasta para alcaldías. En 2020 pinté en el corredor del Metro de la Línea que va de Santa Anita a Martín Carrera, los murales que son fluorescentes», planteó.
Tras una carrera de 15 años, Apple man fue invitado a un festival mundial en Alemania, en el cual pintó el rostro de su sobrina con la bandera de México, trabajo que fue reconocido y transmitido en medios del país europeo.
«Mi sobrina es muy especial para mí y tuve la oportunidad de plasmar su rostro con la representación de la bandera de México.
En los medios y redes de Alemania lo reconocieron, fue algo muy impresionante para mí», mencionó.
«Cuando le enseñé el mural a mi sobrina me dijo que me amaba y comentó que espera conocer algún día ese país, por la razón de que su rostro está allá».
«Todos los mexicanos debemos llevar en la mente que podemos hacer grandes cosas en otro lugares», externó.
En una comunidad machista de Colombia, pinté a Silvi, una niña que buscaba participar: Jocky
Michel Tapia, mejor conocida como Jocky, es una diseñadora y comunicóloga visual de 26 años, quien asegura siempre procura «llevar grandes historias a impactantes formatos para que perduren».
Jocky comentó que tras asistir a un festival mundial en Colombia, arribó a Lebrijas, Santander, una comunidad totalmente machista, donde las mujeres no podían hacer ciertas actividades «por no corresponderles».
Tras ello, Jocky conoció a un grupo de mujeres que luchaba contra dicha cultura, entre ellas se encontraba Silvi, una niña a la que siempre le vio mucha iniciativa.
«Fuí a un festival en Colombia y asistí a Lebrijas, Santander, un municipio campesino, donde había mucho machismo marcado y era como si las mujeres nada más deberían estar en casa y con sus hijos.
Durante el mi estancia en la localidad conocí a Silvi, una niña que vive dentro de esta eventualidad de los campesinos y la quise retratar porque siempre quiso participar, me pareció muy lindo», mencionó.
Silvi ayudó a pintar el mural sin saber que era y al final se dio cuenta que era su rostro.
Jocky explicó que Silvi ayudó a pintar el mural, sin saber que era su rostro. Cuando la imagen quedó terminada, Silvi corrió a decirle a su mamá que su carita estaba pintanda en la comunidad.
«Cuando la niña Silvi vio el mural quedó fascinada y emocionada. Yo nada más le dije que le iba a tomar una foto y ella no sabía que la iba a pintar, incluso pintó conmigo. Terminamos y fue con su mamá a decirle que ella estaba en el mural».
Hugo Estrada, un ciudadano de 40 años de Ecatepec y perteneciente a un grupo de nombre Yockas, es un artista urbano que inició pintando letras con aerosol y que tras varios años se dio cuenta que podía crear un arte mayor.
«Yo creo que con los años vas mejorando. Me tardé 16 años en salir del país. Fue mucho trabajo. Debes tener muchas ganas para lograrlo», comentó.
Hugo viajó a Alemania y explicó que representar a México en Europa no fue fácil, pues la oportunidad estaba, pero los obstáculos lo invadieron, pues llegar frente a diversos países que se dieron cita en un evento mundial fue todo un reto.
«Yo representé a México en Alemania y fue complicado porque al final no tenía el recurso y no me alcanzaba ni para el avión. Llegué a Alemania al festival y muchas personas de otros países me discriminaron, eso me hizo sentir muy vulnerable estando en otro Nación», dijo.
«Quise hablar con el capitalismo que representa a un depredador».
Pese a los obstáculos que se le presentaron nunca dejó que lo detuvieran, pues hizo su trabajo y representó a México.
»El tema que nos toca es el capitalismo. Yo pinto un anciano con tigre en su frente, con ello quise hablar con el capitalismo que representa a un depredador».
«Éste viaje fue lanzarme de un paracaídas, lanzarme al vacío y dar lo mejor de mí».
Milenio